La provincia de Toledo, epicentro de extremos en 2021

Javier Hidalgo*
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El año que termina ha quedado marcado por la sucesión de fenómenos meteorológicos de gran impacto en el centro peninsular. Filomena y las heladas posteriores, la ola de calor de agosto y la Dana de septiembre, grandes hitos del tiempo en Toledo

Coches destrozados por la Dana en una calle de Polán. - Foto: Cristina Gómez

Se acaba 2021, un año marcado por los fuertes contrastes meteorológicos en la provincia, desde una ola de frío desconocida hasta una ola de calor que será difícil no recordar. La primera impresión que cabe reseñar sobre el año a punto de concluir es que apenas ha llovido y que cuando se la precipitación se ha producido ha caído toda de golpe, con largos periodos en los que ha reinado el anticiclón de las Azores.

El año comenzó por la puerta grande con la nevada más importante de la historia reciente, especialmente en el este y centro de la provincia. La visita de Filomena permanecerá en la memoria colectiva de buena parte de los toledanos; a las generaciones futuras se les contará lo vivido desde el 7 de enero hasta que toda la nieve desapareció -fueron más de 10 días. Localidades como Sonseca superaron los 70 centímetros de nieve acumulada en tres días. Comenzó a nevar el día 7 de enero de una manera débil, un aperitivo para lo que estaba por venir. El posterior 8 de enero nevaba ya tímidamente por la mañana, pero a partir de las 16.00 horas se desató una auténtica tormenta de nieve con ventisca que perdurará en el recuerdo. Los problemas durante los días sucesivos fueron muy grandes y la situación empeoró con una concatenación de heladas muy severas. El observatorio de Aemet de Toledo batió el récord histórico de temperatura mínima el día 12 de enero, con -13,4ºC. Las pérdidas y los daños ocasionados por la borrasca Filomena fueron muy cuantiosos.

Los siguientes meses fueron tranquilos, con un abril muy lluvioso como suele ser habitual en los últimos años -siendo el mes más húmedo de este 2021. El verano comenzó ligeramente más frío de lo normal. Sin embargo, agosto volvió a los extremos: el observatorio de Toledo batió el récord absoluto de temperatura máxima, con 44,4ºC el 13 de agosto. Durante aquellos días se produjo una ola de calor memorable: Toledo superó los 40ºC de temperatura máxima durante cinco días seguidos, desde el 11 al 15 del octavo mes.

Plaza de Juan Carlos I, en Sonseca. Plaza de Juan Carlos I, en Sonseca. - Foto: Marcos RojasEn las jornadas del 31 de agosto y el 1 de septiembre, la provincia vivió un nuevo episodio extremo debido a una Dana. Ya el 31 desde por la tarde se fueron formando importantes tormentas en que fueron acompañadas de granizo con precipitaciones muy fuertes. Sin embargo, lo peor estaba aún por llegar: una gran supercélula tormentosa, a mediodía muy intensa, descargó gran cantidad de precipitación en Guadamur, Burguillos, Cobisa, Argés o la propia ciudad de Toledo, con acumulaciones que superaron los 40 mm en una hora. Esta tormenta ocasionó riadas en todas las localidades con numerosos daños materiales. Decenas de viviendas se vieron afectadas; centenares de coches quedaron atrapados en el entorno de la ciudad de Toledo, viviendo una auténtica pesadilla.

Después de las tormentas del final del verano reinó la calma hasta el puente de Todos los Santos, momento en el cual se produjo un nuevo episodio importante de precipitación debido a ríos atmosféricos cargados de humedad que dejaron importantes lluvias en zonas del centro peninsular.

Finalmente, noviembre y diciembre han sido meses secos en los apenas ha llovido y con temperaturas en torno a la media. Sin embargo, para concluir el año estamos viviendo temperaturas primaverales provocadas por una entrada de una masa de aire africana que durante el día de hoy dejará una temperatura máxima en la provincia cercana a los 20ºC.

Camino del Rey, en Sonseca.
Camino del Rey, en Sonseca. - Foto: J.H.
En resumen, 2021 ha sido un año más húmedo de lo normal debido a Filomena, el gran mes de abril, la Dana de finales de agosto y principios de septiembre y los ríos atmosféricos del puente de Todos los Santos. En la ciudad de Toledo ha llovido más de 80 mm sobre lo normal, teniendo en cuenta que la media es 342 mm. En lo que a las temperaturas se refiere ha sido un año con temperaturas medias normales, aunque destaca como noviembre y enero han sido más fríos de lo normal y agosto y febrero más calurosos de lo habitual. Hay que destacar que la ciudad de Toledo ha tenido una amplitud térmica de 57,8ºC, siendo una de las más altas de España. Ojalá el nuevo 2022 sea un año húmedo en la provincia, sin episodios extremos.

* Javier Hidalgo García de Blas es graduado en Geografía por la UCLM y divulgador meteorológico

ARCHIVADO EN: Toledo, Ola de frío