La concejala no adscrita Susana Hernández del Mazo, defenderá en el pleno de mañana jueves una proposición para instar a la celebración de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Talavera y el Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla-La Mancha, con el objetivo de que sea proporcionada asistencia psicológica a aquellos vecinos que se encuentren en situación de especial vulnerabilidad. Tal y como detalla Hernández en la propuesta presentada, al igual que sucede en otras situaciones de crisis colectivas, «el impacto de los acontecimientos que estamos viviendo durante estos meses padeciendo la COVID, podría devenir en secuelas psicológicas entre ciertos sectores de la población que peor lo están pasando».
En nota de prensa, explica que la atención psicológica forma parte del catálogo de Servicios de Salud de Castilla-La Mancha, «pero esta atención no siempre es tan accesible como sería necesario. Porque además del insuficiente número de profesionales en la sanidad pública, a menudo hay una baja periodicidad en el número de las citas concertadas debido al efecto de la alta demanda y a la necesidad de tratamientos continuados en el tiempo», explica.
Esta situación provoca que muchas familias se acaben decantando por buscar los servicios de profesionales privados o bien, se planteen la contratación de compañías médicas diferentes a la sanidad pública donde la atención psicológica esté incluida dentro del catálogo de servicios ofrecidos.
Así, Hernández del Mazo plantea que el Ayuntamiento, a través de los Servicios Sociales municipales pueda canalizar las demandas de atención psicológica que posteriormente serían atendidas por los colegiados designados por el Colegio de Psicólogos de Castilla-La Mancha para realizar dicha atención tras la firma del convenio. Este estaría dirigido a personas de especial vulnerabilidad que tengan dificultad para hacer frente al duelo por el fallecimiento de un ser querido a causa de la COVID, así como profesionales de centros sanitarios y de residencias de mayores de Talavera que hayan visto mermada su salud psicológica por la sobrecarga de trabajo de los últimos meses.
Del mismo modo, también solicita que el Ayuntamiento cree una línea de ayudas o subvenciones con las bases y criterios correspondientes, destinada a sufragar un porcentaje de la atención psicológica posterior una vez finalizado el número de sesiones establecido en el Convenio.