La guerra-guerrera: publicitando el poder

Beatriz Jiménez Bermejo
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En un momento en el que no existían ni radio, ni televisión ni prensa escrita como hoy la entendemos, las medallas conmemorativas juegan un papel fundamental en la difusión tanto de la imagen como de la simbología de lo que representa

La guerra-guerrera: publicitando el poder - Foto: E.MonteroHernan

Siglos antes de las Guerras Mundiales, existieron otros conflictos que enfrentaron a la mayor parte de las potencias europeas. Uno de estos fue la Guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748), también conocida como Guerra de la Pragmática Sanción o Guerra del rey Jorge, estando motivada por el derecho de sucesión de María Teresa I de Austria al Sacro Imperio Romano Germánico tras el fallecimiento del emperador Carlos VI. Los diferentes reinos y estados europeos se posicionaron con respecto a este hecho. Los Estados bajo el dominio de Austro-Hungría estaban a favor de la emperatriz, mientras que Baviera, Sajonia y España reclamaron los territorios de los Habsburgo. La invasión de Silesia por parte de Prusia inició la guerra.

España, que ya estaba enfrentada a Inglaterra (aliada de Austria) en la Guerra del Asiento en territorios de Ultramar, y en virtud al Primer Pacto de Familia con Francia (1733), se enfrentó al ejército Austria en territorios italianos junto al ejército francés.

En 1745, por el Tratado de Füssen, Baviera abandona sus pretensiones al trono y se compromete a apoyar al futuro Francisco I, esposo de María Teresa. Esta medalla conmemora este hecho.

La guerra-guerrera: publicitando el poderLa guerra-guerrera: publicitando el poder - Foto: E.MonteroHernanLa medalla presenta en su anverso el busto de María Teresa hacia la izquierda, con vestido y coraza, y leyenda «MAR?THERESIA?D?G?REG?HUNG?BOH / I?D». En el reverso, Minerva sentada sobre una nube sobre el orbe y con escudo con la cabeza de Medusa, y la leyenda «ET MENTE ET ARMIS / 1745 / I?D?F». 

María Teresa está representada como reina-guerrera, llevando vestido de corte a la francesa, sobre cuyo pecho lleva una coraza metálica, con diseño de escamas y relieve de cabeza de Medusa, lo que la relaciona con Minerva, divinidad representada en el anverso de la medalla, diosa de la sabiduría, las artes y las técnicas de la guerra (la leyenda junto a la diosa reza «en mente y armas») El peinado es característico de esa época. Se denominaba <<tête de mouton>> y se caracterizaba por ser un recogido con bucles cortos y algunos mechones de pelo sobre la nuca. Presenta además aderezo constituido por diadema, pendientes, colgante (pende de la coraza) y adornos de cabeza, todos ellos con perlas (muy caras por la dificultad de su extracción).

El autor de la medalla (firma I?D) es Jacques Antoine Dassier, medallista y escultor suizo que nació en Ginebra el 15 de noviembre de 1715. Hijo del también medallista y grabador Jean Dassier, recibió sus primeras lecciones de dibujo y grabado de su padre. En 1732 partió a Francia, donde fue formado por Thomas Germain, el principal platero del París rococó. En 1736 se trasladó a Italia, donde estudia arte. Regresa a Ginebra, permaneciendo durante algún tiempo como asistente de su padre.  En 1740 se traslada a Inglaterra, realizando unas propuestas de medallas de personajes ilustres ingleses vivos. En 1741 le nombraron ayudante de grabador de la ceca de Inglaterra. Regresó a Ginebra en 1743 y 1745. En el primer viaje pasó por París, donde realizó el retrato en cera de Montesquieu, acuñando la medalla en 1753.  En el segundo viaje fue cuando realizó esta medalla. Hacia 1756, el rey Jorge II de Inglaterra le permitió viajar a San Petersburgo, donde trabajó en la moneda de la emperatriz Isabel, y realizó medallas del Conde Schouwalow y de la emperatriz. Allí permaneció durante tres años, pero el clima de este país afectó a su salud, por lo que decidió regresar a Ginebra. Durante este viaje fallece en la casa del Conde Bernstorf (Copenague) el 2 de octubre de 1759.