Héroes del invierno

Agencias-SPC
-

Cincuenta años después del oro de 'Paquito', Castellet se suma al club de los medallistas españoles

De izquierda a derecha: Regino Hernández, Javier Fernández, Paco Fernández Ochoa, Blanca Fernández Ochoa y Queralt Castellet - Foto: Agencias

La barcelonesa Queralt Castellet, flamante plata en el 'halfpipe' de snowboard en Pekín 2022, se convirtió el pasado jueves en la quinta española en capturar una medalla olímpica en unos Juegos de invierno, una serie que arrancó con el oro que logró Francisco Fernández Ochoa, el popular 'Paquito', en el eslalon de esquí alpino de Sapporo'72 (Japón).

Así, la 'rider' unió su nombre a los hermanos Francisco y Blanca Fernández Ochoa, oro y bronce, respectivamente, en esquí alpino; a otro 'rider', Regino Hernández; y al patinador artístico Javier Fernández, que también capturaron sendas medallas de bronce, hace cuatro años.

'Paquito' inmortal

'Paquito' no solo situó al país en el mapamundi del deporte invernal, sino que se convirtió en el gran 'bombazo' de los Juegos de Sapporo, donde se convirtió en héroe nacional.

La gesta del mayor de la saga de los Fernández Ochoa, de la que mañana se cumplirán exactamente 50 años, se produjo en la pista del Taineyama (el monte Taine), donde relegó a la segunda plaza a uno de los mitos del esquí alpino, el italiano Gustav Thöni.

Ese oro le convirtió de forma automática, con 21 años, en todo un ídolo en una España en la que en aquellos tiempos apenas llegaban triunfos internacionales.

Antes de la proeza de 'Paquito' -que en la televisión española se vio en blanco y negro- únicamente lucían las del ciclista Federico Martín Bahamontes, en el Tour de 1959; las del tenista Manolo Santana, ganador de Wimbledon en 1966-; y las del piloto de motociclismo Ángel Nieto, que entonces había ganado tres de sus '12+1' mundiales. Y por equipos solo brillaba la Eurocopa de fútbol de 1964, que se ganó a la URSS.

El de Fernández Ochoa supuso, además, en ese momento, el tercer oro olímpico de toda la historia de España, después del de Amezola y Villota en pelota vasca (cesta punta) en los Juegos Olímpicos de París 1900 y el de hípica, por equipos, en Ámsterdam 1928.

La gesta fue increíble al mejorar en un segundo y una centésima -un 'mundo' en un eslalon- a Thöni. «Es como si un austríaco hubiese triunfado en Las Ventas», señaló.

La sonrisa de Blanca

Tuvieron que pasar 20 años después de ese sonado triunfo hasta que su hermana menor, Blanca, volviese a ganar otro trofeo en una cita invernal, convirtiéndose en la primera mujer de toda la historia del deporte español en ganar una medalla olímpica.

Lo logró después de recuperarse del duro golpe que le provocó rozar el oro en el gigante de los Juegos de Calgary'88, en Canadá, cuatro años antes; donde, tras marcar el mejor tiempo en la primera manga, se cayó en la segunda y decisiva. Fue un hito en la televisión (ya en color), acaparando el 'prime time'. 

Pensaba retirarse la inolvidable Blanca, que falleció en agosto de 2019, tras Calgary, pero aguantó cuatro años más porque quería tocar el metal en Albertville'92. No arriesgó tanto y obtuvo el bronce. «Lo de Calgary fue un auténtico jarro de agua fría para mí. Albertville supuso el pago a un trabajo bien hecho», confesó la madrileña.

Regino, el 'tapado'

Si entre el oro de Paco y el bronce de Blanca pasaron 20 años, España tuvo que esperar otros 26. Fue en snowboard, en PyeongChang'18. El ceutí Regino Hernández fue bronce. Llegó como 'tapado', a la sombra de Lucas Eguibar y dio la campanada. Días antes de su proeza declaró que antes de afeitarse la barba se cortaría sus genitales. Rompió obviamente su promesa.

'SuperJavi'

Curiosamente transcurrieron solo dos días entre la tercera y la cuarta presea. El madrileño Javier Fernández se sacó la espina que tenía clavada cuatro años antes, cuando se le escapó el trofeo en Sochi, donde acabó cuarto. 'SuperJavi', doble campeón del mundo y séxtuple oro europeo, se metió al público en el bolsillo con su guiño en su vestimenta al Quijote. Quijotes fueron precisamente él, 'Paquito', Blanca, Regino y Queralt.