La predilección por los animales avanza a pasos agigantados y margina desprecios heredados a perros, gatos y demás fauna. Incluso las mascotas se asumen ahora como una parte más de la familia. Y hay centinelas al tanto de cualquier desmán. Tanto, que el Ayuntamiento de Escalona ha terciado solo unas horas después de publicar la programación de la rifa del 'guarro Antón', una tradición secular que ha disparado las alarmas.

Los comentarios se sucedían en un toma y daca entre los defensores de la tradición y los ofendidos por la rifa del 'guarro Antón'. 'Tristemente, el Ayuntamiento de Escalona parece que continúa viviendo en el siglo I' o 'Las mentalidades hay que cambiarlas para que seamos más humanos con los de nuestra especie y con el resto' se mezclaron el lunes nada más publicarse la programación, prevista para el próximo día 17.

«Vamos a ver, a ti te obliga alguien a participar en las costumbres o en las tradiciones del pueblo. No, ¿verdad? Pues te quedas en tu casita y a respetar lo que hagan los demás», exponía uno de los partidarios de la celebración.

Entre el cruce de comentarios, el Ayuntamiento de Escalona reaccionó a uno que acusaba de retrógrados a parte de los más de 3.000 vecinos. «En Madrid para celebrar San Antón se hace un evento de adopciones. Vosotros rifáis un animal para su muerte», soltaba una de las opositoras.

Entonces, el Ayuntamiento de Escalona intervino y explicó el festejo. «Era un cerdo que se criaba libremente por las calles del pueblo. Los habitantes le daban de comer, y el día de San Antón, se sorteaba para asegurar varios meses de alimentación. Estamos hablando de tradiciones de hace siglos. Hoy en día, el sorteo se sigue haciendo sustituyendo el sorteo del animal por productos en los comercios de la localidad», apuntaba.

De paso, aclaró también el origen del 'baile de la guarrilla', también en la programación y nacido en La Reconquista. «Se estableció el fin del asedio el día de San Antón, se tocan las campanas desde el 1 de enero al 17 a la horas del toque de queda, con un replicar alegre al que los habitantes de Escalona respondían con un baile en forma de saltos», detalla.