Talavera no puede aguantar más barreras urbanísticas para su crecimiento y la que se presenta al norte de la ciudad con la llegada de la Alta Velocidad sin soterrar sería una muy difícil de superar. Así lo explica a este diario Carlos Rojo Antúnez, presidente de la Demarcación de Toledo del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha.

El Colegio de Arquitectos no dejará pasar la oportunidad y ya prepara una alegación para presentar al Ministerio no solo del paso del AVE por la ciudad de Talavera, sino también en Toledo y probablemente en Torrijos. Para ello, se han organizado diferentes grupos de trabajo con arquitectos urbanistas de reconocido prestigio, que analizan los pormenores del estudio informativo en las tres localidades para remitir alegaciones desde el punto de vista de la afección a la ciudad y el desarrollo urbanístico. En Talavera, lo forman algunos como Gonzalo Bauluz, arquitecto municipal, o Juan Manuel Rivas, presidente de la Asociación de Arquitectos de Talavera (Aporta).

En el caso de Talavera, la llegada del AVE sin soterrar ha sido el aspecto más ‘chirriante’ del estudio informativo, no solo para los arquitectos sino también para el Ayuntamiento de Talavera, los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, y el conjunto de la sociedad talaverana, que se han manifestado en contra. No obstante, es la opción recogida en el Plan de Ordenación Municipal (POM) así como en el protocolo de colaboración para el soterramiento de las vías firmado en 2007 en la ciudad por el Consistorio, ADIF, la Junta de Comunidades y la misma ministra de Fomento, entonces Magdalena Álvarez.

«No es admisible ninguna de las alternativas propuestas si vienen en superficie». Así de tajante se mostró Carlos Rojo, en declaraciones a La Tribuna, sobre la posibilidad de no enterrar las vías del AVE con paso y parada en Talavera. La cercanía de las viviendas con una infraestructura de estas características, su impacto acústico, visual y paisajístico en tramo urbano, y la imposibilidad de seguir creciendo urbanísticamente al norte, serían problemas difíciles de atajar en un debate que parecía solucionado.

Rojo explica que Talavera «no puede tener un límite infranqueable al sur con el río Tajo, al este el Alberche, y generarse otro límite infranqueable al norte como sería una estación de AVE en superficie, que no es una línea de AVE que con pasos a nivel puede ser accesible, sino que hablamos de una estación de 250 metros de largo, con varias vías, una convencional de mercancías, dos de AVE, los andenes de parada de ambos sistemas, el gálibo de la instalación eléctrica...». Esto supondrá, añade, la necesidad de un cambio de rasante de alrededor de un kilómetro para poder pasar sobre esta infraestructura. El nivel freático de  la ciudad tampoco ayudará.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Toledo recuerda que  si una ciudad ha fijado sus prioridades y sus criterios urbanísticos en el soterramiento de la línea, «es porque de lo contrario, la configuración de la ciudad queda completamente limitada». Así, considera que de hacerse finalmente en superficie, el crecimiento de la ciudad podría darse, «pero sería otra ciudad, no Talavera, es totalmente inviable».

El desarrollo urbanístico de la Talavera actual, ya se encuentra demasiado apaisado, creciendo de este a oeste en los últimos años, y con la imperiosa necesidad de saltar las vías y continuar al norte.

Estudio informativo. Los arquitectos inciden en este aspecto de la llegada de la Alta Velocidad en la ciudad pero no entran a valorar ninguno más, siguiendo sus criterios profesionales. No obstante, el presidente destaca la «poca justificación» de un estudio informativo  que no solo cambia lo ya establecido para una infraestructura tan importante como esta, sino que apenas habla de la línea convencional de mercancías o de la plataforma logística. «Vamos a pensar que este estudio informativo no es el bueno».