La tasa de inflación que azota a la economía está repercutiendo negativamente en el mercado de las inversiones que sufre, además, una crisis de crédito muy importante desde que el BCE decidió encarecer los tipos de interés en la eurozona.

En un contexto marcado por la incertidumbre de no saber cuánto durará la guerra de Ucrania, con una ralentización del crecimiento de la economía y ante un freno del consumo de una magnitud aún no cuantificada y donde los economistas no esperan que la situación mejore hasta bien entrado el año 2023, los inversores están muy atentos a los productos financieros que mayores rentabilidades y oportunidades pueden aportar en los próximos trimestres.

Los analistas recomiendan mucha prudencia y estar muy atentos a los factores que van a definir las tendencias más eficientes en el complejo mundo de valores.

Tipos de interés

El mercado financiero nacional e internacional está haciendo una potente criba de inversores que han decidido salirse del contexto bursátil y de la contratación de productos bancarios ante la subida de tipos de interés y la incertidumbre para obtener rendimientos en un escenario complejo y muy volátil 

Las expectativas en el corto plazo con las constantes subidas de los tipos por parte del BCE y de la FED y de los recortes de beneficios, incluso de pérdidas, son las causas determinantes que están enfriando las compras de los inversores.

Tecnológicas

Los productos que hasta la fecha han tenido un buen comportamiento como, por ejemplo, las acciones en compañías tecnológicas, se han convertido ahora en valores agresivos de riesgo que han hecho saltar las alarmas de los inversores.

Los valores que mandan ahora son los que resisten mejor un escenario de crecimiento más débil, con unos tipos de interés más altos y una situación más adversa con beneficios más moderados y, en ocasiones, pérdidas incontroladas.

Seguridad

Ante esta realidad, triunfan los inversores y los valores financieros de calidad más conservadores como, por ejemplo, los bonos y las letras del tesoro y los fondos y productos bancarios a un interés fijo.

Los analistas recomiendan contar con efectivo para invertir en aquellos valores financieros que respondan a las mejores oportunidades, aunque sea en plazos muy cortos, de menores rentabilidades, pero con una mayor seguridad.

Euro / dólar

El mercado de divisas está condicionando de una forma muy determinante las inversiones que se venían ejecutando en los mercados.

Las previsiones de los economistas sostienen que la fortaleza del dólar se debería mantener en los próximos meses, así como también el franco suizo y el yen japonés, aunque todo dependerá de la fuerza que coja el yuan chino que está focalizando una buena parte de las compras que antes eran en dólares. En lo que compete al euro o la libra, todo indica que no van a repuntar mientras no se superen los problemas estructurales energéticos de la UE.

Activos de riesgo

Los valores considerados de alto rendimiento para los ahorradores seguirán teniendo un alto atractivo para los inversores más solventes y para los que puedan permitirse compras muy volátiles donde se mide su capacidad de riesgo.

Diversificación

Es la máxima de todo accionista, «no poner todos los huevos en la misma cesta». En este segmento, los inversores apuestan por empresas solventes, de gran calidad, con balances históricos estables y con una baja volatilidad de beneficios. El sector sanitario es uno de los que más capital acaparan.

Productos más seguros

Los materiales nobles como el oro, platino, plata... etc. volverán a recuperar el brillo perdido en las épocas de crecimiento. Ante los riesgos de un frenazo en la economía, la presión de los tipos y un dólar más débil puede hacer que su valor maque un buen comportamiento en 2023.

Recuperación bursátil

Todo hace pensar que, a medida que la inflación y los tipos retornen a sus tasas habituales, la valoración de los títulos bursátiles y los beneficios recuperarán las inversiones.