Padres del Nara, en contra al uso tabletas en lugar de libros

J. Monroy
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Han solicitado a la Junta la creación de un grupo 'no Carmenta' para los niños que el próximo septiembre comienzan quinto. La Junta rescuerda que fue el colegio quien pidió el programa

Padres del Nara, en contra al uso tabletas en lugar de libros - Foto: David Pérez

Los grandes gurús de la informática en Silicon Valley no dejan a sus hijos acercarse a las pantallas de ordenador, teléfonos o tabletas hasta que pasan cierta edad, para evitar así problemas físicos o mentales. Sin necesidad de ir tan lejos, un grupo de padres del colegio Ciudad de Nara, en el barrio de Buenavista, ha solicitado, de momento sin éxito, que la Junta excluya a sus pequeños del programa Carmenta, que está sustituyendo los libros de texto por tabletas.

El Gobierno de Castilla-La Mancha puso en marcha el curso 2018-2019 'Carmenta', un programa de digitalización de las aulas al que se han unido de forma voluntaria 77 nuevos centros para el próximo curso 2021-2022, con lo que ya suman 270 centros de Primaria y Secundaria (81 en Toledo). Una tercera parte de los centros de la región apuestan por este proyecto, según informa la Junta, con lo que ya participan cerca de 27.000 alumnos y 3.600 docentes de 3ª a 6º de Educación Primaria y de 1º a 4º de Educación Secundaria, que hacen uso de tabletas digitales en lugar de libros de texto en determinadas asignaturas. Con este proyecto se pretende progresivamente implantar un nuevo modelo de uso de libros de texto en los centros escolares, pasando de usar el libro en formato papel al libro digital. El proyecto consiste en la utilización por parte del alumnado de tabletas con licencias digitales de editoriales, material digital de elaboración propia o recursos en la red. Junto a las tabletas cada grupo que forma parte del proyecto trabaja con un panel digital interactivo.

Padres del Ciudad de Nara se oponen porque entienden que el uso de tabletas a estas edades pueden conllevar riesgos oftalmológicos, problemas de adicciones o acceso a contenido inadecuado para los niños, dado que no hay control parental, «y todos los riesgos que pueda tener internet para niños tan pequeños». Eso, sin contar que «pedagógicamente es inferior la tablet al papel, está demostrado que es mejor el papel».

Este es uno de los centros al que Carmenta llegó el curso que acaba de terminar. En este caso, se inició por 5º. Un grupo de padres de 28 alumnos que cursaban 4º y que en septiembre comenzarán a utilizar tabletas solicitó que no fuera así. Su idea es que, dado que hay tres líneas en el colegio, pudiera crearse un grupo no Carmenta, que continuara con los libros en papel.

Ante la negativa de la Consejería de Educación, doce de estos padres han presentado un recurso de alzada y critican que «no quieren hablar con nosotros, no quieren llegar a ningún tipo de acuerdo y nos dicen que tenemos que tragar».

Argentario. Desde la Consejería de Educación aclaran que la implantación del proyecto Carmenta en un centro educativo debe ser aprobada previamente por el Consejo Escolar en el que están representados todos los padres; no es, por lo tanto, una imposición, sino más bien un proceso democrático cuyo resultado facilita la administración. Además, mediante este proyecto se impartan de forma digital las asignaturas troncales, mientras que se utilizan para otras asignaturas ese mismo formato o cualquier otro, «pero recordemos que el libro de texto, tanto en formato digital como en formato papel, es solo una herramienta más del proceso de enseñanza-aprendizaje, y se utilizan numerosos recursos más».

Argumentos similares ha utilizado Educación en el escrito en el que niega la posibilidad de un grupo sin Carmenta en el colegio, además de apuntar que dejaría alumnos competentes digitalmente y otros que no lo son y que se vulnerarían criterios superiores a la hora de formar grupos. Los padres insisten en que lo malo es que les den opción a elegir, y recuerdan que, efectivamente, esta es una decisión adoptada por el Consejo Escolar, en la que básicamente hay profesores y tan solo dos representantes de los progenitores. A su juicio, «los padres no tenemos ningún poder de decisión en los colegios en materia escolar» y adviertes que esta no es una mera cuestión pedagógica, sino que tiene muchas más implicaciones fuera, «si el niño se va a de excursión, nosotros tenemos que autorizarlo y pensamos que esto es igual, que excede de la pedagogía y no se nos puede tratar así a los padres». Finalmente, recuerdan que es responsabilidad de la Junta dar esta opción a elegir, dado que Carmenta «es un plan regional que promueven ellos, aunque luego el colegio elija. La Junta da el dinero y el colegio lo aprueba porque hay marco establecido por la Junta».

Dado que la alternativa de cambiar de centro es complicada y también en el nuevo se podría imponer Carmenta, los padres promotores de la iniciativa barajan, si la Junta no les da la opción de elegir, negarse al uso de la tableta, «lo que no sabemos las consecuencias que va a tener» y llevar la cuestión a los tribunales de justicia.