¿Sirve para algo tanto consejo?

I. G. Villota
-

El Ayuntamiento de Toledo cuenta con foros de Participación Ciudadana, Escolar, Familia, Medio Ambiente, Mujer, Mayores, Discapacidad, Acción Social, Cooperación al Desarrollo, Pacto por el Tajo o Consumo

¿Sirve para algo tanto consejo? - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

‘Consejitis aguda’. Así podría llamarse  a la ‘enfermedad’ que a veces tienen las administraciones públicas para crear ‘consejos’, órganos normalmente sectoriales que, sobre el papel, reúnen a partidos políticos y organizaciones, asociaciones o particulares para desarrollar y diseñar estrategias que permitan mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.

Ese debería ser el objetivo último de los mismos, aunque en ocasiones se quedan en titulares, bien porque no se convocan cuando marca el reglamento, bien porque no hay el interés real de aplicar sus propuestas o bien porque están vacíos, o vaciados, de contenido. Como todo: hay consejos muy variados y la funcionalidad es desigual. Y para muestra el Ayuntamiento de Toledo.

Tiene más de una decena, probablemente desconocidos para los 84.000 toledanos empadronados en la capital regional. Se trata de un número elevado que no garantiza la participación efectiva y real, coinciden los grupos políticos de la oposición.

Según consta en la normativa municipal, a la que cualquier ciudadano puede acceder en la web del Consistorio (toledo.es), la ciudad cuenta con cinco consejos de Participación Ciudadana, uno por cada distrito, de hecho antes se denominaban juntas de distrito, pero también tiene consejo de Asociaciones Vecinales, Escolar, Familia, Medio Ambiente, Mujer, de Mayores, Discapacidad, Acción Social, Cooperación al Desarrollo, Pacto de la Ciudad de Toledo por el Tajo o Consumo.

Esta semana, en el Consejo de Participación de Santa Bárbara, un conocido dirigente vecinal de la asociación del barrio y de la federación, solicitó al presidente del foro, el edil Teo García, la creación de una comisión o un órgano para hablar de cuestiones de urbanismo, infraestructuras y obras del distrito. El concejal respondió que quizá no es necesaria una nueva estructura para dar información y que los vecinos participen en los proyectos. Es cuestión de voluntad, manifestó, y parece que en Santa Bárbara la hay.

En este mismo foro salió a la luz una Comisión de Salud que algunos concejales incluso pusieron en duda en ese momento, por la ausencia de convocatorias. Luego se percataron de que se trata de un órgano de carácter provincial, motivo por el que no van todos los partidos políticos, sino que cuenta solo con un miembro de la oposición del Ayuntamiento de Toledo, por lo que hay que elegirlo entre todos.

Esto provocó cierta sorna entre los ediles asistentes. Demasiados consejos y poca participación, alertaron.

Cada foro de carácter municipal tiene su propio reglamento, se suele convocar al inicio de la legislatura, para lo que se pide a cada partido político que designe a sus representantes. Lo mismo ocurre con las asociaciones o entidades que participan en él. Lo suele presidir la concejala o el concejal de área correspondiente, por ejemplo, el consejo de Medio Ambiente lo preside Noelia de la Cruz, edil de Servicios Medioambientales; y el de Políticas de Discapacidad, lo encabeza la responsable de Servicios Sociales, Mayores y Personas con Discapacidad, Ana Abellán.

Después, cada uno de ellos cuenta con una periodicidad que normalmente no se cumple. Por ejemplo, el Consejo Escolar se debería reunir cada tres meses y «la pasada legislatura no solo hizo más de una o dos veces al año», recuerda el portavoz de Ciudadanos, Esteban Paños. «El de Familia creo que no se reunió nunca», censura.

No todo es negativo. Hay consejos que se reúnen cuando corresponde y son muy activos. Para muestra el Consejo Local de la Mujer. Así lo atestiguan todos los partidos políticos de la oposición. «Probablemente sea el que mejor funciona de toda España», apunta  Paños. Claudia Alonso, del PP, muestra su «orgullo» por formar parte de él, por la labor que realiza, algo que también destaca Txema Fernández.

Una de las grandes labores de este organismo es que todos los primeros martes de cada mes se concentra en la Vega contra la violencia machista. Lee un manifiesto y enciende velas para recordar a las mujeres asesinadas. Muestra públicamente el rechazo a este grave problema social. No falta a su cita desde hace años. También está en manifestaciones, protestas y se reúne cuando corresponde, dos veces al año, según sus estatutos.

Quizá porque la periodicidad es baja, también se suele reunir cuando corresponde el de Cooperación al Desarrollo, que se ha mostrado muy activo desde la pasada legislatura. En él se abordan las subvenciones a las ONG y entidades sociales.  

La portavoz de Vox, que desembarcó en el Ayuntamiento el 7 de noviembre, denuncia que no la han convocado para ningún consejo y duda de su efectividad «si se parecen a los de distrito, en los que los concejales no se comprometen a nada con los vecinos», lamenta.

La mayoría de estos foros no son públicos, sino que se circunscriben a los integrantes del mismo, a diferencia de lo que ocurre con los de participación, a los que puede acudir público. De hecho son los únicos que cumplen con los plazos marcados. Se celebran cada dos meses. En ellos, el equipo de Gobierno tiene que escuchar las demandas por barrios, y también las críticas. Desde la pasada legislatura han reducido su periodicidad, toda vez que antes se reunían todos los meses.  

Especialmente crítico con estos consejos se muestra el portavoz de IU. Txema Fernández alerta de que el reglamento de los mismos «nació (en 2016) viciado porque no permite la participación general, ni de las asociaciones ni de los vecinos. No son vinculantes y no son motor de nada», censuró. Una declaración que, con pocos matices, concita el acuerdo de toda la oposición.