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CCOO-Toledo ha condenado el grave accidente de trabajo ocurrido el miércoles en Los Navalmorales «por predecible y evitable, como lo son todos los siniestros laborales por caída en altura. Todos ocurren por falta de medidas de seguridad», denuncia el sindicato. Nuria Garrido, responsable de Salud Laboral de CCOO-Toledo, anunciaba que a lo largo de la mañana de ayer presentarían denuncia en la Inspección de Trabajo «como hacemos con los accidentes graves y los mortales».

Según las informaciones recabadas por el sindicato, el trabajador accidentado estaba realizando mediciones en una fábrica de orujo y cayó desde cinco metros de altura. Al parecer, no pertenecía a la plantilla de la empresa donde ocurrió el accidente, que no por ello deja de tener responsabilidad en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, cuyo artículo 24 establece las obligaciones empresariales en materia de coordinación de actividades. 

Cuando en un mismo centro de trabajo desarrollan actividades trabajadoras de dos o más empresas -o trabajadores autónomos-, todas deben cooperar en la aplicación de la normativa sobre prevención de riesgos laborales, incide CCOO, y establecer los medios de coordinación que sean necesarios en cuanto a la protección y prevención de riesgos laborales y la información sobre los mismos a sus respectivos trabajadores. «Es el empresario titular del centro de trabajo el que debe adoptar las medidas necesarias para garantizarlo», subrayan.

Además, recuerda CCOO que en la misma la empresa ya se registró un siniestro laboral moral en 2015.