Regantes de Levante reivindican en la calle el Tajo-Segura

E.P. / EFE
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El presidente de Murcia estuvo en la protesta y urgió al Gobierno central a anular el Plan del Tajo y a elaborar uno nuevo basado en «criterios técnicos» porque «estamos hablando del futuro del Levante»

Regantes de Levante reivindican en la calle el Tajo-Segura - Foto: AYTO CARTAGENA

Agricultores, organizaciones agrarias y comunidades de regantes de la provincia de Alicante y la Región de Murcia se concentraron esta mañana en la Plaça de la Muntanyeta de Alicante para reivindicar la continuidad del trasvase Tajo-Segura, en una protesta a la que se sumaron una decena de tractores y un remolque con 8.000 kilos de naranjas, que repartieron, y en la que  exhibieron pancartas con los lemas 'Defendamos todos la huerta de Europa', 'Partidos políticos, mercenarios del agua' o 'Recortes trasvase= más paro' o 'Más desalación= más contaminación'.

López Miras estuvo, Puig no. El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, que estuvo en la protesta, urgió al Gobierno central a anular el Plan del Tajo y a elaborar uno nuevo basado en «criterios técnicos» porque «estamos hablando del futuro del Levante» y el trasvase al Segura es una infraestructura «viable». Avisó de que «es inadmisible que todo esto se lo esté planteando el señor Sánchez simplemente por cuestiones políticas, por ningún criterio técnico».

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, no estuvo en la protesta. Desde Valencia dijo que él defiende el trasvase Tajo-Segura huyendo de posiciones «fundamentalistas y viscerales» y criticó las «guerras del agua» que «nunca han beneficiado a nadie».

Regantes de Levante reivindican en la calle el Tajo-SeguraRegantes de Levante reivindican en la calle el Tajo-Segura - Foto: EPAsaja Alicante no confía en la desalación. El presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, aseguró ayer que la desalación «es un complemento, pero no puede ser alternativa» al trasvase Tajo-Segura, puesto que es «cara» y «altamente contaminante», ya que al ser «gran consumidora de energía, también lo es de emisiones de CO2».

Afirmó que el agua desalada «tiene un precio que los agricultores no podemos pagar», ya que los productores del Levante compiten con los de todo el mundo.