Vienen bien los patrocinadores, pero a este CD Toledo lo que le hace falta es tila y no café. O a sus aficionados, anestesiados aún por un partido más abierto de lo esperado pero que tiene que servir para calmar los nervios y seguir creyendo. El Almagro CF fue otro contrario que se puso por delante en el marcador. Y lo hizo por los fallos propios de un equipo sin equilibrio, capaz de deslumbrar en ataque y de provocar resoplidos en defensa.
Desde los primeros minutos se pudo ver a un conjunto verde con intención de llegar a la portería contraria. Sin embargo, no le brillaron las ocasiones y esta vez sí la capacidad para tener la pelota y moverla. Sin duda, la presencia de Pepe Delgado en la medular multiplicó las opciones de contemporizar y atacar a los de Manu Calleja.
Precisamente, de la bota derecha del canario nació la primera jugada clara de peligro. Fue un balón al espacio para Rubén Moreno. El madrileño se sacó un disparo demasiado escorado que parecía irse a los Bomberos y que al final impactó con el travesaño de Astillero.
Era evidente la superioridad local, pero la sensación de que el rival puede dar un mordisco si sale en velocidad no había desaparecido. Prueba de ello es un disparo lejano de Gascón con la pierna izquierda al que tuvo que responder Machuca. Y si encima regalas, el Almagro, en la situación que está, no va a decir que no. Así, en el minuto 20, sacando la pelota jugada, Álvaro Anton le dio un pase a Germán que el mexicano no supo leer bien. Othmane atacó la pelota, se la llevó y batió a Machuca por su palo.
Otro puñado de tierra en la cara y de nuevo a remontar. Pero es que cinco minutos después, le volvió a llegar el Almagro con una entrada por la derecha de Lucas que remató de medio chilena Othame a las manos del portero. Como estará el panorama que el Salto del Caballo ya ni siquiera pita.
Pero quizás era porque estaban guardando fuerzas para celebrar el empate, que llegó en el minuto 27. Esta vez, una mala decisión de la defensa almagreña permitió que Manu Gavilán recogiera un rechazo y el de Mairena de Aljarafe sólo tuvo que darle el 1-1 a Rubén Moreno, que estaba esperando dentro del área. Con el encuentro en el mismo porcentaje de riesgo que antes, el CD Toledo sí que puso ahora más coraje y tuvo una internada de Rubén Moreno por la izquierda a la que al final se adelantaron los defensas antes que Manu Gavilán y un saque de esquina que Pepe Delgado remató al larguero cuando se encontraba debajo. Y todavía dispuso Álvaro Antón una falta directa que salió rozando el palo.
En la segunda parte se le presuponía al equipo toledano un rodillo que no sacó del vestuario. Encima, el encuentro comenzó a trabarse por protestas y faltas. Y el ingrediente que faltaba lo puso un balón largo del Almagro al que no llegó Chato y tampoco Machuca. El despeje del talaverano le cayó a un contrario y al final tuvo que ser su compañero central el que achicara el agua para no provocar otra jugada cómica de muchos retuits.
En cualquier caso, no dejaban de ser acciones aisladas porque el peso seguía siendo del CD Toledo, y eso se tiene que notar, así que en una acción sin aparente trascendencia, Iván Bueno metió el balón al área y Manu Gavilán, a la media vuelta, remató con la izquierda dentro de la portería.
Calleja miró al banquillo y metio a Cifu por Santigosa y un poco después acabó por quitar a Germán, con amarilla, para poner a Pascu en su lugar. Unos minutos después, en una salida por la izquierda, Rubén Moreno le puso fe a un pelota trastabillada y remató para poner el 3-1 en el marcador.
Sin embargo, el guión de esta temporada no le concede un final tranquilo al Toledo y el colegiado puso de su parte al señalar como penalti un supuesto derribo de Chato a Pablo. Cuanto menos dudoso. Ureña se encargó de materializarlo con maestría.
El CD Toledo tuvo una más por parte de Rubén Moreno, de cabeza en un centro de Esparza, pero el técnico metió a Acuña para taponar al Almagro y cerrar una victoria sobre la que construir una racha y reducir la desventaja con la zona de ‘play off’ de ascenso.