Con los nuevos ya de obra, lo que pase este domingo (12:00 horas) en el estadio Enrique Roca de Murcia (sonaba mejor Nueva Condomina) importa poco. Habrá aficionados que estén pendientes de su CD Toledo. Los más. Otros, lamentablemente, están desenganchados a base de palos. Por lo menos, la tortura termina ya. Solo quedan 90 minutos.

Todo lo que venga será recibido con recelo. Habrá que empezar a creer a base de meter los dedos en costados. Santo Tomás no era único. Lo de esta temporada ha hecho bastante daño, aunque, por buscarle el lado positivo, el cambio parece traer frescura y no exigencias. Se atisba una profesionalización que el club verde necesitaba desde hace años. Décadas.

Lo peor de todo es que, en el fútbol, el dinero y el orden no te garantizan absolutamente nada. Pero por lo menos, que no nos salgan más canas. Javi Sánchez tiene la papeleta de madrugar y recorrer 400 kilómetros para poco. Más bien nada. Da la sensación de que esa expresión de 'borrón y cuenta nueva' se pondrá en marcha en breve, así que hay poco que rescatar en un estadio 4 estrellas como este. Y que trae unos recuerdos emocionantes.

Lamentablemente, la atención estará centrada en el partido del Toledo B contra el filial del CF Talavera, que se juega a las 18:00 horas en el Anexo al Salto del Caballo. El primer equipo ya estará con los dos pies en Tercera RFEF. El primer día para recomenzar. Para tragarse todo el orgullo y responder con humildad. El CD Toledo ya no está para reclamar en el presente un pasado corto, muy corto, que no encaja con su trayectoria vital, camino del centenario. No se puede estar juzgando constantemente a este club por lo que consiguió durante siete años cuando tiene 94.