La Feria ha de ser para todos. Que todo aquel que quiera acercarse y disfrutar ya sea tomando algo, montando en las atracciones o simplemente paseando por el recinto ferial, pueda hacerlo sin ninguna limitación, y menos si esta viene dada por una afección neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida.
Por ello tras las conversaciones mantenidas por las autoridades municipales con la Asociación TEA Talavera, se ha decidido habilitar dos tramos horarios en dos jornadas diferentes para que los niños, jóvenes y adultos que padecen trastorno del espectro autista puedan tener su hueco y su espacio para disfrutar de la zona ferial.
Así lo confirma a La Tribuna Vanesa Villalba, presidenta de TEA Talavera, que explica que esta iniciativa ya se puso en marcha en 2019, y que a pesar de que la pandemia impidió darle continuidad, el hecho de que regrese este año es algo «de agradecer».
Para este año, se han fijado que sean dos franjas horarias en las que las atracciones apaguen su música y los ruidos se reduzcan prácticamente a cero, ante lo que Villalba recuerda que «esto no solo beneficia a los miembros de TEA Talavera, sino a todas aquellas personas que por alguna razón no se sienten cómodas con los ruidos altos».
De esta manera, los horarios fijados han sido el pasado viernes 13 de mayo de 18:00 a 20:00 horas, y hoy 16 de mayo, de 17:00 a 19:00, unos horarios que «vienen bien», puesto que el lunes es festivo en la ciudad y no hay ningún tipo de terapia y los chicos pueden disfrutarlo sin problemas, y se huye de las horas de mayor calor, puesto que «a estas horas es cuando se empieza a bajar a la feria». A pesar de que se trata de una reivindicación conseguida, también queda patente que desde la asociación han procurado ser comprensivos con los feriantes, puesto que «a pesar de que nos gustaría que todos los días se dedicase un horario a reducir los ruidos, entendemos que parte del reclamo de las atracciones y puestos, reside en la música y reclamos sonoros», explica Villalba.
Además la presidenta de la entidad talaverana, recuerda la importancia de evitar, en la medida de lo posible, «toda clase de ruidos en el recinto», para hacer la experiencia lo más agradable posible para quienes tienen una especial sensibilidad.
Se trata por tanto, de una iniciativa cada vez más asentada, y sobre la que la sociedad toma más conciencia. Talavera ya sabe lo que es contemplar procesiones con algunos tramos en silencio para que el ruido no sea un impedimento para que nadie se quede sin ser partícipe. «Empezó como iniciativa de la Cofradía de 'La borriquita', y luego se fueron sumando otras», explica, algo para lo que agradece especialmente el gesto puesto que «somos conscientes de la dificultad añadida que supone para los cargadores ir sin música que les marque el paso».
A pesar de todo lo conseguido, y de la conciencia social alcanzada, Villalba recuerda que «queda mucho por hacer»; y pone como ejemplo el hecho de que en algunos centros educativos el sonido del timbre «resulta altamente molesto», por lo que una de las reivindicaciones de la entidad es la de sustuir el sonido «tradicional» por «alguna música melódica que no haga incompatible la asistencia a clase con las molestias derivadas del trastorno del espectro autista.
Sea como fuere, mientras que se alcanza una sociedad plenamente inclusiva, este 2022 vuelve la celebración festiva de San Isidro, y lo hace siendo apta para todas las sensibilidades.