La aparición de un machete oculto en los baños públicos de la Vega ha dado pie a los investigadores a mirar con nuevos ojos una de las posibilidades iniciales que se plantearon ante el asesinato del joven Lorenzo el pasado 31 de octubre en el Polígono.

Se trata de la implicación o no de alguna banda latina en el crimen. Por el tipo de arma empleada y, especialmente según han ido avanzando los meses, por el elevado secretismo que al respecto existe del caso.

Los agentes de la Policía Nacional de Toledo han tocado todas sus fuentes y contactos en los círculos criminales de la ciudad y no han logrado obtener nada al respecto. El caso generó mucha alarma e impacto en el barrio del Polígono, y toda la población se volcó para tratar de aportar algún indicio que ayudara a resolver el caso, pero ninguna de las líneas de investigación ha terminado de dar sus frutos.

Este tipo de silencio coincide con los delitos en los que están implicados las bandas latinas, en donde impera el miedo y no se producen filtraciones ante el temor a represalias.

La hipótesis de que tras la muerte de Lorenzo se encuentre alguna banda latina se sustenta también en la declaración del amigo que en esos momentos acompañaba a la víctima.

Este joven declaró que el autor material de la muerte hablaba «con acento sudamericano», aunque tampoco descartó que fuera español. Además, en otra declaración en el mismo lugar de los hechos, que está recogida en el sumario del caso, el testigo concretó aún más, y afirmó que el acento era «dominicano». Con todo, la Policía Nacional no ha terminado de ver solidez en el relato del testigo, debido al fuerte impacto que le han producido los hechos.

Más detalles pudieron aportar un grupo de menores que afirmaron encontrarse veinte minutos antes del asesinato con un tipo de similar descripción en los conocidos como 'Pisos Negros' del Polígono, una promoción de 148 viviendas públicas con un elevado porcentaje de okupación.

La descripción de estos menores era la de un varón de unos 185 cm de estatura, con sudadera azul oscura, pantalón vaquero y zapatilla Adidas. Se cubría el rostro con una máscara de la película Viernes 13, de portero de hockey, y llevaba un machete de grandes dimensiones con algo de color «azul».