Aumentan un 4% las negativas familiares a la donación

M.G
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La pandemia ha influido en las negativas familiares. La donación va en aumento y el objetivo es alcanzar los 40 donantes por millón de habitantes. Toledo tiene el mismo comportamiento que el resto de provincias de Castilla-La Mancha

Aumentan un 4% las negativas familiares a la donación - Foto: Yolanda Lancha

«Es un momento muy difícil cuando hacemos la pregunta de la donación, pero hay que volver a retomar la solidaridad que ha caracterizado a la población española y a la castellanomanchega». Así de claro marcó esta mañana los objetivos la coordinadora de la Unidad de Trasplantes en la región, María José Carretero, en vista de las cifras, las expectativas y los dos largos años de pandemia que han supuesto peajes, retrasos y mucha afectación en la donación de órganos en Toledo, en Castilla-La Mancha y otras comunidades autónomas.

Las negativas familiares a la donación han experimentado un ligero aumento. Según los datos, se situaban en un 19% o 20% y ahora alcanzan el 24%, un porcentaje «que no es alarmante», pero este crecimiento indica, entre otras cosas, «el cansancio de la población», que se ha visto inmersa en una pandemia de covid muy larga.

Si bien, tanto los colectivos relacionados con la donación y el trasplante de órganos como las unidades específicas se han marcado reforzar la formación presencial y la información a la población para lograr que las estadísticas recuperen las cifras que se mantenían en 2019. 

Respecto a la formación, la doctora Carretero mantiene que se trata de un objetivo imprescindible tanto para los profesionales sanitarios como para los colectivos ligados a una actividad que ha sufrido muchas dificultades por el coronavirus, puesto que las UCIS estaban llenas de pacientes con el virus y era imposible reservarlas para un trasplante, y en estos momentos ve necesario «trasladar el entusiasmo y las ganas de volver a hacer las cosas como se venían haciendo».

En este sentido, la decimosexta edición del curso 'El proceso de la donación de órganos y de tejidos', que se celebró ayer en el Hotel Beatriz, gracias a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), plantea los retos, la problemática, los avances y la situación actual de esta actividad. Con esta nueva edición, de carácter anual, se retoma  la formación presencial, tan necesaria para normalizar y continuar progresando en este ámbito.

Las cifras son modestas aún a pesar de que han experimentado un impulso. En estos cinco primeros meses de 2022 la donación de órganos se ha ido recuperando en Castilla-La Mancha «y hemos tenido un incremento del 27% respecto a 2020 y 2021». En este caso, Carretero subraya que el comportamiento de Toledo y del resto de provincias ha sido muy similar y reconoce que  a la región le ha costado más «salir adelante» en esta actividad que a otras que iniciaron antes su recuperación. Sin embargo, en el ámbito estatal ya se observaron signos de recuperación el año pasado. 

En cualquier caso, las perspectivas son buenas para el resto del año y el objetivo es lograr alcanzar los 40 donantes por millón de habitantes, aunque la coordinadora de la unidad de Trasplantes de Castilla-La Mancha cree que las cifras todavía no alcanzarán las de 2019 

Los datos indican que 80 personas han sido trasplantadas en la región gracias a la solidaridad de la población. El 79,3% de las donaciones han sido multiorgánicas y en el 75,8% se han donado tejidos también. La donación de córneas ha sido la más repetida y el trasplante de riñón el más habitual, con un total de 23 pacientes trasplantados, seis de ellos en Toledo. A estas cifras hay que sumar otras cinco donaciones en asistolia, es decir, en parada cardiorrespiratoria, una práctica compleja que va ganando terreno lentamente.

La edad de los donantes ronda los 70 años, ya que lo más común son pacientes  con daño cerebral catastrófico derivados de un ictus o de una hemorragia cerebral.

Otra opción. El Gobierno está trabajando en un proyecto nacional ligado a la eutanasia para que las comunidades autónomas sigan el protocolo una vez que la persona que solicita la eutanasia también esté dispuesta a donar sus órganos. En este caso, Carretero cree que habrá «casos contados», pero se dará oportunidad a quién lo desee.