La temperatura superaba ayer los 30 grados en Toledo. A 19 de octubre, en otoño. El presidente del Consejo Regulador de la DO Azafrán de La Mancha, Carlos Fernández, se refirió a esta anomalía para explicar una causa del precipitado descenso de la producción de la especia en la región. Pero apuntó también al deficiente apoyo de la Consejería de Agricultura, a la que propone un plan estratégico de 18,5 millones de euros que dure cinco años para levantar el cultivo.

Los representantes de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha alertaron ayer en la sede toledana de Fedeto del riesgo de la desaparición de la producción, evidenciada en la caída de la producción a 346 kilos en 2021, el 58,3 por ciento de la media anual de la agrupación (593 kilos) en los últimos años. Un cultivo, en cambio, que sigue siendo rentable.

«El azafrán importa y no queremos que se pierda», enfatizó al respecto el presidente, quien advirtió del riesgo de la extinción en la DO sin la adopción de medias urgentes. Las anómalas altas temperaturas en junio y en otoño disminuyen la floración de la rosa, pero también ejerce una influencia dañina la falta de trazabilidad en las semillas (cormos), que puede arruinar inversiones cuantiosas de los jóvenes agricultores. Y eso es competencia política.

La DO Azafrán de La Mancha, que promueve desde el mes de septiembre una recogida de firmas para muscular las reivindicaciones, ha puesto ya sobre la mesa del consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, la delicada situación de la producción, que totalizará 201 productores en 2022. Tanta incertidumbre, que los representantes evitaron, por imposible, adelantar cifras de recogida. De momento, aseguran que la Junta de comunidades «no ha cogido el guante».

«Necesitamos que nos escuchen y valoren el producto, tal y como defienden de cara a los medios», recalcó Carlos Fernández sobre los representantes de la Junta de Comunidades. E hizo hincapié en que la administración regional debe colaborar con la DO Azafrán de La Mancha, con los productores y con las comercializadoras. Estas últimas, desde junio, deben recurrir a otras procedencias por la baja producción de La Mancha.

El presidente, quien resaltó la fama internacional del azafrán español, sostiene que la inyección de 18,5 millones en esos cinco años servirá para ordenar la producción y quintuplicar la superficie destinada al azafrán. En 2022, se reservarán apenas 108 hectáreas en el precintado. El objetivo es alcanzar las 500 hectáreas. «Necesitamos una apuesta clara para normalizar el sector», aseveró.

producción en la provincia. La producción de azafrán en la DO La Mancha en la provincia se limitó en el año 2021 a un total de 79,4 kilos en un total de 24,2 hectáreas repartidas entre 183 explotaciones. Los ocho municipios de la provincia con producción sometida a calificación el año pasado fueron Camuñas, Consuegra, Huerta de Valdecarábanos, Madridejos, Tembleque, Turleque, Villafranca de los Caballeros y Villacañas. En este sentido, Villafranca de los Caballeros destaca sobremanera en la producción.