Investigan la raíz de las aguas fecales

J. Monroy / Toledo
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Desde el viernes se han realizado varias retiradas de aguas fecales, que se filtran desde tres puntos diferentes

Investigan la raíz de las aguas fecales

¡Quién se lo iba a decir a Julián Baños, propietario del local de la cuesta de la Ciudad número 5, hace unas semanas! El fuel, que sigue brotando de sus pozos milenarios, ya no es su mayor problema. Porque fue justo descubrir la fuente del líquido contaminante en un edificio vecino del Arzobispado y lo que comenzó a brotar de las paredes de sus cuevas fue también aguas que tienen toda la pinta de ser fecales.

Lo curioso es que desde que comenzaran a brotar las aguas negras de la piedra de las cuevas, el pasado día 25 de noviembre, todavía no se ha encontrado su origen. Mientras tanto, el propietario de Entorno Toledo denuncia que su local se está llenando de «chapapote», y el Ayuntamiento continúa investigando.

Tanto el viernes por la mañana, como el sábado y ayer mismo, el Consistorio desarrollaba varias retiradas de agua contaminada, que ya no solo está mezclada con gasoil, sino también con lo que parece aguas fecales. Todo inútil, porque nada más evacuarse, denuncia el propietario, «comenzó a brotar de nuevo con gran intensidad por la pared aguas fecales, y se me llenó de nuevo por momentos». Toda la roca, se lamenta, ha quedado impregnada de ese líquido similar al chapapote y «sigue saliendo un chorro increíble por la pared».

Tres semanas después de que comenzara a brotar ese agua, se lamenta el damnificado, todavía no se ha encontrado su origen. En su día, los técnicos municipales pusieron en duda que se tratara de aguas fecales. Podrían ser aguas de lluvia, que arrastran la mucha suciedad del subsuelo de la ciudad.

El caso es que ahora la concesionaria del agua en la ciudad, Tagus, comunicó a Baños que quizás no se trate de un escape de la red de alcantarillado de la ciudad. Puede venir de un escape de Trinidad 3 o 5. El agente medioambiental que está llevando el caso procedió el mismo viernes a hacer catas de agua a unos pozos que existen entre el inmueble y el Ayuntamiento. También los técnicos municipales estuvieron examinando algunos inmuebles vacíos del entorno, aunque no dieron más datos al perjudicado.

Mientras tanto, Baños se quedó en su local, viendo como, ahora sí, hay menos gasoil en la mezcla, pero «con las aguas fecales que me están entrando a chorro desde la pared». Mientras tanto, apunta, el segundo pozo islámico, el mayor de los dos, ha sustituido sus aguas transparentes por una sustancia opaca.