Los ‘play off’ de ascenso a la Primera Nacional desde la Liga Regional Femenina serán los primeros en entrar en escena, los días 11 y 12 de julio. Pero los dos representantes toledanos, el CD Toledo y el EMF Fuensalida, todavía no se han puesto a trabajar para preparar sus respectivos partidos. Un retraso en la llegada de las pruebas del coronavirus a la mutua de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha va a postergar el arranque de los entrenamientos hasta la semana que viene, lo que unido al cumplimiento del protocolo y a los compromisos estudiantiles de muchas jugadoras, va a dificultar mucho sus respectivas puestas a punto.

Así lo corrobora Carlos Crespo, técnico del CD Toledo Femenino. «Las chicas tienen muchas ganas de volver», asegura. Y es que, este viernes era el día para realizarse el test, por lo que el lunes se podía dar comienzo a las sesiones de entrenamiento. Pero el plan ya está trazado y, sobre todo, cómo realizarlo.

Aunque ya es posible ejercitarse en grupo, el cuadro verde va a dividir en dos a su plantilla y los dos primeros días va a realizar una doble sesión. Por un lado, Crespo trabajará elementos tácticos, apoyándose en vídeos para analizar al rival, el FF La Solana B, en la sala de prensa del Salto del Caballo. El otro grupo trabajará de forma paralela en el campo de césped artificial de la Escuela de Gimnasia. El entrenador explica este cambio de instalación en que «es más fácil a nivel organizativo». Allí contarán con una sala específica para el material y un recinto más cerrado que será más fácil de limpiar y desinfectar.

Carlos Crespo confiesa que será complicado adaptarse a este ritmo de trabajo porque se tendrá que aumentar sí o sí la duración del entrenamientos, ya que «no solo hay que desinfectar el material antes y después de cada sesión sino siempre que alguna jugadora lo use». De todas formas, durante estos primeros días cada una trabajará de manera individual y sin contacto entre ellas. Es un inconveniente al que apunta de nuevo el entrenador ya que «es imposible que sea un entrenamiento de calidad».

De todos modos, si todo marcha dentro de los raíles, será a principios de julio cuando el plantel al completo comience a ejercitarse en conjunto, por lo que serán apenas diez días de preparación antes de medirse, el día 11, al FF La Solana B en Las Pirámides de Villacañas. Un campo que, por cierto, agrada al preparador. Eso sí, van a intentar adaptar las sesiones a la misma hora y a unas condiciones similares. Será, en cualquier caso, muy poco tiempo para unas jugadoras que llevan tres meses paradas. Además, varias de ellas van a enfrentarse a primeros de julio a los exámenes de la EBAU, un condicionante para cumplir las recomendaciones de la Federación de reducir los contactos hasta la disputa de los encuentros.

Tampoco se ha puesto el traje de corto el EMF Fuensalida, que debe enfrentarse en semifinales al Daimiel Racing el día 12 de julio. En el conjunto de Claudio Expósito también esperan día y hora para someterse a las pruebas de la COVID-19 y, como admite el preparador, ya van «con el tiempo justo», pues, a su juicio, es necesario realizar «una minipretemporada porque las chicas han perdido bastante estos meses; no es normal que seamos los primeros en jugar y los últimos en volver».

El técnico fuensalidano se queja también de un protocolo demasiado estricto «para clubes no profesionales como nosotros». De todos modos, el Alejandro González está preparado para cuando tengan que regresar al verde, si bien, parece que en el EMF Fuensalida no tienen muy claro todavía las pautas a seguir.

En cuanto a la sede, en Villacañas, Expósito también cree que es un buen campo para jugar a pesar de que su equipo le queda más lejos que a los demás rivales. Sí que le sigue pareciendo un condicionante que en caso de empate tenga preferencia el mejor clasificado. «No nos va a valer teniendo el segundo mejor coeficiente de los cuatro equipos», concluye.