El triunfo del domingo en Albacete esconde algo más que la alegría de cumplir el objetivo, o de ver a la plantilla abrazarse en el campo. No es habitual que con tanto en juego, un entrenador incluya a tres canteranos en la convocatoria. Y menos que dos sean hermanos. Los Martín Carrasco disfrutaron como niños. Como cuando eran Alevín y Benjamín y se apuntaron a la escuela de fútbol del CD Toledo. Ya no escriben cartas a los Reyes Magos, pero sí que sueñan con tener muchos minutos de verde. Porque para soñar, no hay edad que valga.

Son Álex y Marcos. Uno se encontró de bruces con el primer equipo en la pasada pretemporada; el otro, ha vivido la amargura de descender de División de Honor con el Juvenil, pero ya nadie le quita las vivencias del pasado fin de semana. Y, si el CD Toledo logra subir de categoría, un pedacito lo sentirán como suyo.

Camino de cumplir 20 años, Álex Martín confiesa que no estaba en sus planes ser de la primera plantilla. «Me puse muy contento cuando me dijeron que iba a hacer la pretemporada, pero lo que no me esperaba era tanta participación», asegura. El extremo ha justificado con su rendimiento que tanto Roberto Aguirre como Diego Merino no hayan dudado en depositar su confianza en él. «Creo que he sabido aprovechar la oportunidad», añade con absoluta humildad.

La espina que se le queda clavada, de momento, es no haber anotado un gol en liga, pues sí que lo hizo en la Copa Federación, en Puertollano. Que llegue en uno de los partidos que restan, sería la guinda, aunque la temporada no se redondeará «si no conseguimos el ascenso», dice.

Sería inolvidable, aunque lo que no va a borrar jamás de su mente es compartir convocatoria con su hermano. «Para la familia y los amigos es algo increíble y, después de tantos años, es hacer realidad un sueño», según explica. Como hermano mayor, adoptó el rol de consejero de Marcos y, por eso, le ha insistido en que «siga trabajando porque la oportunidad le llegará; solo tiene que aprovecharla, como yo he hecho».

el pequeño. Marcos acaba esta temporada su tercer año como Juvenil. Todavía tiene 18 años y su máximo deseo ahora mismo es tener continuidad con la camiseta verde. Lo de recibir la llamada de Diego Merino es «un orgullo», sobre todo «por poder compartirlo con mi hermano», cuenta el menor de los Martín Carrasco, que recibió con acogimiento las palabras de su hermano: «Me dijo que me refleje en él, que se puede llegar».

Pero la ayuda se extendió a todo el vestuario del primer equipo al completo. Ya conocía a todos de los entrenamientos, ya que desde hace un mes y medio ha acudido de manera intermitente con el equipo de Tercera, pero no le libró de ‘pagar la novatada’.

Y es que, más allá de ser citado, Marcos Martín vivió «una experiencia nueva», al viajar el CD Toledo el sábado por la tarde y pernoctar en Albacete. «En la cena me la liaron porque me hicieron cantar, y me defendí como pude; me dijeron que había sido una decisión de los capitanes», según narra entre sonrisas.

‘Pisar’ el primer equipo es solo el comienzo. El mediocentro sabe lo complicado que es mantenerse, pero, al menos, el actual técnico, renovado dos años más, ya le ha transmitido que «quiere intensidad sin balón y atrevimiento con él en los pies». Quien sabe si en un futuro no muy lejano se lo debe recordar. Serán más momentos para coleccionar.