José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Sánchez: Tuvalu se hunde

10/11/2021

Para el que no esté puesto en las últimas noticias: resulta que hay un país llamado Tuvalu que pasa por el dramático momento de estar en peligro de extinción. Sí, sí, ¡lo que oyen! Lo del peligro de extinción no es un peligro que afecte solo a algunas especies animales o vegetales o a los asteroides como el del Principito, del que nunca más se supo, sino que debido al cambio climático, también llega a afectar a los países. Tuvalu es uno de ellos, aunque supongo que habrá más.
El caso es que Tuvalu se hunde, y los tuvalucenses han nombrado a un ministro de Asuntos Exteriores que con imaginación ha grabado un vídeo que se ha hecho viral, pues se ha plantado en el centro de su país, -que es como la Plaza Mayor de Salamanca-, y con un traje gris muy ceremonioso y las piernas metidas hasta la mitad en el agua, ha pedido socorro al mundo.
La Universidad de Massachusetts, que es la que sabe de todo, ha desmentido el hundimiento, pero no le lleva la contraria del todo al ínclito ministro, porque aunque no sea un hundimiento, el país va a morir por ahogamiento, es decir, como en las películas de James Bond, -cuando sube el agua y no se puede salir de donde están encerrados los héroes-, el nivel del mar que está alrededor del curioso país está subiendo por ese cambio climático del que todos hablan para ponerse medallas pero nadie hace nada.
La subida del nivel del mar es un hecho, el cambio climático es otro hecho, y me da igual que sea por culpa de la contaminación, por culpa de la inclinación de la tierra, o por los ciclos de las explosiones solares. Si es por la inclinación de la tierra o por las explosiones solares, los humanos tenemos poco que decir, salvo que queramos mandar un misil a algún sitio de esos que cambian el rumbo de algo como en el cine, pero de verdad, como sea la contaminación y no estemos haciendo nada, lo vamos a terminar lamentando.
Nos hemos cargado las nucleares antes de tiempo, porque tendríamos que tenerlas al rojo vivo mientras cerramos las centrales de carbón y ponemos más molinos y más placas, pero como nuestros políticos son bastante imbéciles, -que no va por ti Carmona quédate tranquilo con tu sueldo de 500.000 euros-, hemos quitado las centrales de carbón y cerrado las nucleares, y ahora resulta que sube la luz.
Las centrales de gas contaminan sin que se vea, al contrario de las de carbón, de las que se ven las cenizas y el humo, pero sí, las dos contaminan de CO2.
Los franceses, y no lo digo por fastidiar, tienen 58 centrales nucleares a tope, con puestos de trabajo y ganando pasta con la venta de la energía nuclear. A ver si nos aclaramos. Un accidente en una central nuclear francesa contaminaría más a España que a Francia, porque casi todas están en los Pirineos. Además del foie y el champán, los franceses nos venden electricidad nuclear, y en caso de accidente los 4 brazos nos saldrían a nosotros. ¿Quién habrá sido el que haya mandado cerrar las centrales nucleares españolas antes de tiempo?