Talavera potenciará los carriles bici y los itinerarios peatonales en su apuesta por una «movilidad sostenible» y con el proyecto para la implantación de una zona de bajas emisiones como contexto. Como recordó el concejal de Hacienda y Contrataciones y Seguimiento de las Concesiones, Luis Enrique Hidalgo, se está ultimando el estudio para definir esta zona de bajas emisiones a través de una subvención de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que servirá también para su implantación en una primera fase en la calle Trinidad.

De igual forma, desde el Consistorio talaverano se está trabajando en un proyecto de itinerarios ciclistas en los centros educativos que se presentará a final de mes y del que se pretenden ejecutar las obras este verano con cargo a los fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI).

Asimismo, el Ayuntamiento dispone de una resolución provisional de una subvención concedida por parte del Ministerio de Movilidad, Transporte y Agenda Urbana por importe de 2,4 millones de euros para un proyecto que tiene un coste total de 3,2 millones. Con él, «se  va a hacer realmente la implantación de la zona de bajas emisiones más allá de la calle Trinidad», vía que será la primera en recibir este proyecto. Sobre esta cuestión, el edil recordó que deberá estar una primera fase en funcionamiento antes del 1 de enero de 2023 y que la calle Trinidad será este espacio. Tras ello, a lo largo del próximo año «habrá que cumplir con la ley de sostenibilidad y tener una zona bastante más amplia delimitada».

Cuando se finalice este estudio, el documento recogerá la zona en la que se debe implementar esta zona de bajas emisiones en la ciudad, que se agrupará en torno a la vía donde se hará esa primera fase. Como señaló, en la zona del Casco histórico hay ya algunos tramos que son semipeatonales durante los fines de semana y son «una zona de donde se parte», si bien la delimitación final será la que proporcione este estudio, que recogerá también los elementos que deberán instalarse con este fin, entre ellos cámaras, señalización y sistema informático de control, entre otros. Para ello, deberá elaborarse una ordenanza municipal reguladora «que delimite horarios, qué vehículos pueden acceder y cuáles no, así como restricciones», algo que se hará mediante un proceso de participación ciudadana, como indicó el concejal.

A este proyecto se destinará una parte de esta subvención del Ministerio, si bien se suman otras dos iniciativas, una para el desarrollo de una serie de obras de implementación de itinerarios peatonales y de mejora de accesibilidad, y otra para la creación de nuevos carriles bici para bicicletas y vehículos de movilidad personal. Para esto último se barajan alternativas como la construcción de nuevos itinerarios, ampliar trazados ya existentes o la adecuación de vías para compaginar su uso por parte de vehículos y de ciclistas.

Como subrayó Hidalgo, al apostar por una reducción del uso del vehículo a motor con la implantación de esta zona de bajas emisiones, hay «que ofrecer soluciones al ciudadano» que pasan por «esas mejoras de los accesos peatonales así como en bicicleta o en otros tipos de vehículos de movilidad personal, como patinetes eléctricos o patines». En esta línea se mantienen contactos con la empresa concesionaria del servicio de autobuses urbanos para revisar las líneas con vistas a su posible mejora.