Sarabia y las ventajas de la emigración

Diego Izco (SPC)
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El atacante madrileño alcanzó la selección absoluta en 2019, cuando fichó por el Paris Saint-Germain

Sarabia y las ventajas de la emigración

Pablo Sarabia (Madrid, 11 de mayo de 1992) ya no es ningún niño. Está en esos 30 años de quien camina entre la madurez y el comienzo del declive y, sin embargo, es uno de los fijos en la España de Luis Enrique, con la que lleva apenas 21 partidos disputados (debutó el 5 de septiembre de 2019) y ya ha marcado ocho goles.  

El caso del madrileño es uno más del éxito de la emigración como puente hacia la selección absoluta. Canterano del Real Madrid (tiene 15 goles en 43 encuentros con el Castilla), campeón de Europa sub'19 en 2011 y sub'21 en 2013, apenas dispuso de 18 minutos con el primer equipo: Mourinho le dio entrada en un 4-0 ante el Auxerre en Champions y respondió con una asistencia a Benzema… pero tuvo que buscarse las castañas fuera del Bernabéu. Firmó por el Getafe (cinco temporadas sin pena ni gloria) y el habitual buen ojo clínico del Sevilla le rescató para la causa. Allí jugó tres temporadas brillantes, con 43 tantos en 151 duelos, pero la llamada del cuadro nacional se hizo esperar hasta 2019… cuando ya era jugador del PSG.

Hay un fino techo de cristal, algo invisible, que retrae a los seleccionadores a la hora de convocar futbolistas de determinados equipos. Puede responder (con toda lógica) a que los entrenadores consideren que algunos jugadores no tienen en sus clubes la máxima exigencia que sí necesitan en la Roja; o a algo puramente 'figurativo': queda mucho mejor llevar a alguien del Paris Saint-Germain que a uno del Sevilla… aunque sean la misma persona. Por este motivo, es mucho más fácil que un técnico arriesgue con un adolescente del Barça o del Madrid (Gavi, en este caso) a que convoque a un treintañero del undécimo clasificado de LaLiga (Iago Aspas en el Celta). Y también por eso, la justificación de la llamada de Raúl de Tomás (el Espanyol fue 14º esta campaña) se asienta más en la ausencia de delanteros españoles de garantías. 

Explosión

En la capital francesa, Sarabia disputó 80 partidos y logró 22 goles, números que ha mejorado con creces en su cesión al Sporting de Lisboa, donde ha anotado 21 en los 45 encuentros de esta temporada 21/22, entre ellos cuatro (en ocho choques que resultaron decisivos para que los 'leones' lograsen la Copa portuguesa. 

En la convocatoria de la pasada Eurocopa, Luis Enrique convocó a 24 jugadores… y solo 10 militaban en LaLiga (Simón, Marcos Llorente, Pau Torres, Alba, Gayà, Busquets, Pedri, Koke, Oyarzábal y Moreno). Diez lo hacían en la Premier (De Gea, Robert Sánchez, Azpilicueta, Eric García, Laporte, Diego Llorente, Rodri, Thiago, Ferrán y Adama), dos en la Serie A (Fabián y Morata), uno en la Bundesliga (Olmo) y otro en la Ligue 1 (Sarabia). 

En esta última convocatoria para hacer frente al arranque de la Liga de Naciones, el entrenador asturiano ha 'españolizado' un poco la lista:15 futbolistas juegan en LaLiga (Simón, Carvajal, Eric, Pau Torres, Íñigo Martínez, Jordi Alba, Busquets, Gavi, Koke, Soler, Marcos Llorente, De Tomás, Ferrán Torres, Ansu Fati y Marco Asensio). De momento, seis en la Premier (Robert Sánchez, Raya, Azpilicueta, Alonso, Rodri y Thiago), uno en la Liga portuguesa (Sarabia), otro en la Bundesliga (Olmo) y otro en la Serie A (Morata). 

La diáspora, que hace no demasiado significaba perder de vista a los posibles seleccionados, desaparece del 'radar' del combinado nacional, es ahora lo contrario: un banco de pruebas perfecto para foguearse: desde aquel 'spanish Liverpool' de Benítez (Xabi Alonso, Morientes, Luis García, Reina, Roqué, Fernando Torres, Arbeloa, Riera…) la Federación y los distintos seleccionadores de la Roja controlan sobradamente a los 'emigrantes' que tienen que buscarse la vida lejos de casa.