Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Rancios

15/09/2022

En el año 1940, el alcalde de Toledo, José Rivera, dictó un bando contra la inmoralidad en la ciudad. Fijaba multas de entre 25 a 50 pesetas a las mujeres que «yendo con la cara pintada no llevasen medias» y a aquellas parejas que paseasen del brazo por la calle «no uniéndolas otros lazos que los de amistad o el noviazgo».
Recordé este edicto cuando hace unos días el ABC publicó la carta de un lector pronunciándose sobre por qué disminuía la natalidad en España. Decía no estar sorprendido por ese declive, pues hoy «las mujeres sólo viven preocupadas en hacer deporte, tatuarse y cuidar perros». Se lamentaba, además, de cuán lejanos quedaban los tiempos en que ellas «eran femeninas, dulces y vivían entregadas a la honrosísima tarea de obedecer a su marido y cuidar de su casa y de sus hijos». Concluía afirmando que un viento «sectario y gélido» ha secado las cabezas de las mujeres, tornándolas en seres extraños, solo preocupadas por la adquisición de derechos. Todavía dudo qué me abochornó más, si la arcaica misiva o que ese diario acogiese argumentos tan retrógrados, como si aún viviésemos en la caverna del nacionalcatolicismo franquista.
El autor de la carta, Fernando Alés, fue en las listas electorales de 'Contigo más' al Ayuntamiento de Sevilla en 2019. Este partido, que según su página web tiene presencia en Toledo, es una de esas formaciones ultracatólicas edulcoradas bajo el barniz de liberal y humanista, arrogándose, ¡cómo no!, emerger desde la 'sociedad civil', como si este eufemismo, tan invocado hoy en día, fuese pedigrí guay para transitar incólumes por la vida social, política o cultural.
Desde idéntica covacha, acaba de pronunciarse Manuel Mariscal, diputado de Vox por nuestra provincia, quien ha cargado contra TVE por emitir un reportaje sobre el uso de faldas por hombres, tal como se ha visto a Brad Pitt o al rapero Bad Bunny, diciendo que «los progres están empeñados en quitarle a las mujeres su feminidad y a los hombres su masculinidad», censurando que para normalizar tales 'chaladuras' se utilice la televisión pública. Y se ha quedado tan pancho, como si jamás hubiese escuchado a su portavoz en el Ayuntamiento de Toledo, María Ángeles Ramos, decir «señora presidente» cada vez que se dirige a la alcaldesa Milagros Tolón. ¡Cuánto les cuesta a algunos sacudirse telarañas tan rancias!