Sólo 25 kilómetros por carretera separan Grisel y Borja, enganches de la vida de Luis Zueco. El escritor nació en el municipio popularizado por el kafkiano eccehomo y trabaja en el castillo de la más desconocida Grisel. Allí, regenta el hotel monumental imaginado por su tío y colorea las tramas de sus novelas. El autor presentó ayer en la Biblioteca de Castilla-La Mancha su último argumento, 'El tablero de la reina', una historia ambientada parcialmente en el Toledo del siglo XV.

«Es una novela muy compleja de escribir», explicó Luis a los espectadores, uno de los sólo 1.000 españoles apellidados Zueco. Ingeniero industrial y titulado en Historia, presentaba por primera vez una novela en Toledo; la programación especial por los 25 años de la Biblioteca Regional ha hecho posible el protagonismo de 'El tablero de la reina', una trama parida el 23 de febrero que descubre el origen del ajedrez moderno.

Luis encabeza también el alojamiento del castillo de Bulbuente, otro municipio zaragozano donde desfilan los personajes de este autor de 43 años apasionado por la Historia que conjuga aventura y misterio en la trama. Pero lo primero en la construcción de sus novelas es el tema: el ajedrez en este último caso.

La protagonista, la toledana Gadea, ha cumplido 14 años cuando abandona la ciudad. 'El tablero de la reina' despliega un repertorio extenso de viajes entre sus personajes, cuyas vidas transcurren en pleno ascenso al poder de Isabel la Católica.

Las reglas actuales del ajedrez fueron concebidas en España, tal y como explicita en el libro el también autor de 'El castillo' (2015), 'La ciudad' (2016), 'El monasterio' (2018), 'El mercader de libros' (2020) y 'El cirujano de almas (2021)'. Se trata de un deporte de estrategia milenario que gana vigencia en una sociedad atrapada entre las paredes de los teléfonos móviles y un frenesí de las llamadas experiencias. La intriga de 'El tablero de la reina' aborda también lo extemporáneo de que una mujer sea la figura más importante de las piezas del ajedrez, un juego antediluviano.

«Los libros son una tabla de salvación y van a seguir triunfando», prevé. Luis escribe mucho entre las paredes del castillo de Grisel y considera que un autor «pierde las perspectiva» si solo ocupa el tiempo en la escritura. El autor concede una relevancia suprema a las vivencias personales que se ganan viajando, por ejemplo, para enriquecer los novelas.

«Castilla se encuentra en un momento crucial de su historia. Alfonso de Trastámara ha muerto en sospechosas circunstancias y Enrique IV se alza como rey obligando a su hermanastra Isabel, la única que podría oponerse a sus planes, a firmar la paz. Ella acepta, pues está destinada a convertirse en Isabel la Católica y sabe que las grandes partidas no se ganan en el primer movimiento», detalla la promoción de esta novela de más de 600 páginas, editada por 'Ediciones B'.

Para ello, Luis llenó su habitación de libros y de anotaciones que encuadernó finalmente en 'El tablero de la reina', el primer libro presentado en Toledo por uno de los pocos zuecos de España. El ideador de la toledana Gadea.