Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Verde, verde

04/01/2020

Cuán viscosa puede ser, templada y fluyendo allá por donde caminemos. No puede ser que hirviéndonos la sangre consigamos nada de lo que ansiamos.
Verde es el color de la esperanza, por un día mejor, por una salud mejor, por un tiempo pasado que, a todas luces, ya no volverá, ni ganas de que ello ocurra.
Sólo el verde, esperanza, el verde limón, el verde que te quiero verde, que nos jaleaban las abuelas para achucharnos en primavera. Ese verde de nuestros prados de nuestras montañas. De los campos antes de estar en flor. Ese verde que rezuma rocío, esa albahaca de quita el sentido. Ese verde olivo, aceite en rama, verde y frescor.
Ese verde de código antiguo, ese verde de significado mayestático, ese verde que no da penas, sino tranquilidad y altura de miras. Ese verde que no faltó a su cita con la historia. Ese verde que nos dio estabilidad y sosiego. Ese verde árbitro en despacho, y vista de lince con corona.
Verde que te quiero verde, que nadie lo olvide, que el color verde era el de las cartas de los silentes contactos durante la dictadura. Verde era la corbata, o el lazo que distinguían a los que les seguían, allá donde estuvieran.
Viva el Rey de España, quería decir ese verde. Nuestra monarquía, de larga tradición, de hondo poso en nuestra patria, no ha de quedar sólo en la jugada que se le plantea. Su papel, terciando disparidades, protegiendo nuestro orden jurídico estatal. La Monarquía es el modelo de jefatura de Estado que nos dimos hace 40 años, como un elemento ajeno a los tejemanejes políticos.
El verde, ese Viva el Rey de España, ha de retumbar de parte a parte sin ambages. Sin ella caeríamos, hasta perder la cuenta, en una república al modelo chavista en nuestra tierra, o eso lo vemos tan lejos, pero de tanto miedo que pudiera dar, tiemblan hasta las estanterías de los libros de historia.
Verde que te quiero verde, verde limón. Amarguras tendremos, no nos faltarán, pero de seguro que la Monarquía que nuestros padres nos dieron, es un modelo que nos ha dado estabilidad, orden y sosiego constitucional. No entremos en pánico, aún nos queda el verde, esperanza, como última demostración de libertad de expresión.