En bares y restaurantes se ha producido menos del 3,5% del total de casos de Covid-19 detectados en España desde el mes de mayo. Esa cifra se reduce hasta el 0,7% durante la última semana. Se trata de datos oficiales, proporcionados por primera vez por el Ministerio de Sanidad el pasado viernes, que sirven al sector de la hostelería para defenderse. Y más si cabe tras las últimas medidas restrictivas.

La ciudad de Toledo ha vuelto al nivel 2 de control de la pandemia y, como era de esperar, la hostelería es uno de los principales focos de atención por parte de las autoridades sanitarias. «Estamos cansados de que las restricciones sigan viniendo a nosotros. Esto ya nos afecta tanto que nos produce hasta un estado de agotamiento. Solo queremos que nos dejen trabajar», afirma Tomás Palencia, presidente de la Asociación de Hosteleros de Toledo, resignado ante el nuevo cierre de las barras de los bares y las restricciones en aforo de interiores y terrazas.

Y todo eso mientras el Gobierno central y las autonomías debatían si aplicar un cerrojazo general de la hostelería desde las diez de la noche o, directamente, un toque de queda. «El panorama no es nada halagüeño y lo triste es que esperamos más restricciones», confesaba Palencia horas antes de que se supiera el resultado de la reunión.

Con todo, el portavoz de los hosteleros toledanos garantizaba el cumplimiento de las medidas, que aunque «malas», considera necesarias. «La administración es lenta, pero segura. Lo que pasa es que nuestra familias tienen que subsistir y bloquear a un sector como la hostelería es una acción muy temeraria, porque detrás hay mucha gente. Las repercusiones del dinero de bares y restaurantes es como una mancha de aceite que se extiende», alerta un Tomás Palencia que, pese a todo, tiene claro que hay que cumplir la ley, no como el hostelero catalán que mantiene desde hace días su bar abierto a pesar del cierre general en toda esa comunidad autónoma.

«Yo no puedo alentar a la insumisión, pero como empresario entiendo a ese hombre», señala el presidente de los hosteleros toledanos, que tiene claro que, restricción tras restricción, «parece que a lo que nos quieren instar es a un confinamiento voluntario».