Cuando es mejor leer en la cafetería

F. J. R.
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Las restricciones de aforo en la Biblioteca del Alcázar dejan 34 plazas en la sala de lectura frente a las 20 personas que pueden estar en la cafetería

Cuando es mejor leer en la cafetería - Foto: Yolanda Lancha

La Biblioteca de Castilla-La Mancha es sin duda el referente cultural de la ciudad. Al menos antes de que la pandemia lo cambiara todo. No había día en el que no se celebrara en sus salas la presentación de un libro o se realizara un taller para grandes y pequeños. La parte alta del Alcázar bullía de actividad, pero todo se apagó de golpe con el estado de alarma.

Ahora, meses después del confinamiento obligatorio, la Biblioteca ha tratado de retomar su pulso habitual, aunque con las lógicas limitaciones. Este mes de octubre incluso se volvió a enviar a los socios el tradicional boletín de actividades, orientadas hacia el marco digital y las redes sociales por el coronavirus. Su intención no era otra que, a la vez que mantenían los servicios bibliotecarios esenciales de una manera presencial -con aforos y medidas de seguridad-, poder ofrecer actividades abiertas para todo el mundo en unas fechas en las que celebran el 22 aniversario de la apertura de la biblioteca (concretamente hace ya una semana, el pasado 16 de octubre).

El Día de las Escritoras, este último lunes, ha sido otra actividad de un calendario online que se va a tratar de mantener con la entrada en vigor el pasado miércoles de nuevas medidas de restricción.

El retorno al nivel 2 de medidas especiales por coronavirus decretado por la Consejería de Sanidad para Toledo capital afecta de lleno a la Biblioteca de la Alcázar, que durante 14 días tendrá que reducir un 30% sus aforos máximos.

De esta forma, la propia Biblioteca publicó ayer la capacidad máxima de sus salas, dándose la particular circunstancia de que, tras la enorme Sala General de Lectura, el mejor sitio para disfrutar de un buen libro va a ser la cafetería. Y es que, cuando el aforo y la distancia mandan, destaca que solo 34 personas puedan estar a la vez en la sala de lectura, 9 en la zona de Enclave Joven, 10 en la Sala Infantil, 2 en la hemeroteca, 5 en la Sala de Castilla-La Mancha y 20 en la cafetería.

Los tiempos cambian y ahora quizás sea más fácil encontrar un hueco en la magnífica cafetería de la Biblioteca que en una de sus salas de lectura. De esta forma, quién sabe, quizás se pueda disfrutar de una buena y tranquila lectura y a la vez apoyar a un sector, como el hostelero, que no está pasando por su mejor momento.