Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Revolución o cotrarrevolución

06/10/2021

El devenir intelectual de muchos acérrimos progresistas en los últimos tiempos, dices de simpatizantes y afiliados del socialismo español, cada vez que levanta una mano Page en un discurso, piensan en la cercanía que tiene su gesto con el beaterío que proclama un irredento especulador de hipocresía y compra voluntades que era su alter-ego, Bono. Así es como las filas socialistas manchegas están abandonando la posición, porque han visto que sólo buscan colocarse para obtener el rédito económico clientelar. Todo defendiendo a los más débiles, desde un grado de opinión por encima del bien y del mal, con superioridad moral incluida. Pero no es así, sólo defienden sus intereses personales.

Pero como dijo Dostoievski, hemos llegado a un punto de tolerancia sobre la idiotez, y yo le añado de relativismo suicida, que se está prohibiendo a la inteligencia pensar, per sé, para no ofender a los imbéciles.

La intelectualidad, como los paisajes peninsulares, están viviendo un proceso constante, paulatino y creciente de desertificación. Lo políticamente correcto y la ignorancia campan a sus anchas y, eso, conlleva un relativismo y un acatamiento de los hechos consumados no sólo atrevido, sino peligroso.

El permitir que cualquier personaje haga la gracieta, el chiste morboso y fácil, para que el corrillo que le rodea le dé palmadas en la espalda, sólo es la personificación colectiva de la ignorancia supina del individuo y la complicidad fachendosa del colectivo. Luego nos echamos las manos a la cabeza cuando Page falta a profesores, sanitarios, mayores y cualquiera que se le ponga por delante, todos le ríen la gracia y nadie le para los pies.

Fue Atila, el huno, el que se jactaba de no dejar crecer la hierba tras sus galopadas por las praderas mongoles. Hoy los atilas van contra los profesionales que cumplen, los trabajadores que demuestran su compromiso y lealtad para con la empresa, los compañeros e incluso con su vecindario son esa rara avis que hemos de proteger porque están en riesgo de extinción. Al vago que con su gracia y salero demuestra la falta de atención sobre la región, a la suma y la jactancia en su propia vanidad de progresía acabará con un cambio que arranca con una demostración hoy de la inoperancia total y absoluta del gobierno de Page.

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