El Almería consiguió la victoria (3-1) después de cuatro jornadas en las que los resultados le habían dado la espalda y superó al Rayo Vallecano gracias a su notable actuación en la primera parte.

El equipo madrileño pecó de tocar atrás y por eso llegó el primer gol, en un error de Diego López que aprovechó Robertone y luego, a balón parado, Babic y El Bilal sentenciaron antes del descanso.

En la segunda parte, faltó fútbol porque el Almería durmió el partido y no dejó jugar a un Rayo que no apareció hasta el último cuarto de hora con un gol de Catena.

El partido se desarrolló con ambos equipos fieles a sus estilos, similares. Los dos presionaron la salida de balón y el Rayo, con más posesión. Sin embargo, el Almería hizo mejor lectura y fue letal. 

El Rayo no cambió su forma de jugar, sacando el balón desde atrás y ahí empezó a sufrir. El primer error en una salida de Diego López condujo al Almería a golpear. El pase del portero rayista lo encimó bien Embarba, que fue derribado, pero llegó a asistir para que Lucas Robertone consiguiera el gol en el minuto 7.

En el 15, un balón en largo de Rodrigo Ely a Sergio Akieme acabó en un córner mal defendido por el conjunto rayista y un remate de cabeza del serbio Srdjan Babic (2-0).

Los de Rubi se dedicaron a 'alargar' el partido, con poco fútbol pero con ocasiones. Lo intentó Leo Baptistao, pero fue en una acción de Mendes que acabó en córner, en el minuto 39, cuando el lanzamiento de Embarba lo prolongó De la Hoz, Babic cedió el balón a Akieme y el centro de éste lo remató El Bilal Touré para firmar el 3-0.

La segunda parte casi ni existió. Hubo poco fútbol, manejándose el partido según el guion de los rojiblancos. El Almería achicó espacios y dejó correr el tiempo para buscar mayor diferencia con acciones a la contra. 

A la salida de un córner, en el minuto 80, Catena remató de cabeza un córner lanzado por Isi Palazón y acortó distancia para el Rayo Vallecano. 
Adrián Embarba fue expulsado por doble amonestación en el minuto 86, pero el equipo madrileño no pudo hacer más, aunque en el 95 Bebé mandó el balón al larguero con un zapatazo desde fuera del área.