La marea violeta regresa con fuerza a las calles de Talavera

Leticia G. Colao
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Una multitudinaria manifestación por el Día Internacional de las Mujeres ha recorrido esta tarde las calles de la ciudad reivindicando los mismos derechos y la igualdad y contra la violencia machista

La marea violeta regresa con fuerza a las calles de Talavera - Foto: Manu Reino

El morado ha vuelto con fuerza a las calles de Talavera. Después de un año sin poder hacerlo por la pandemia del Covid, la marcha feminista del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, ha regresado a la ciudad con las mismas reivindicaciones y más ganas que nunca de demostrar que la igualdad debe ser un hecho.

Alrededor de 2.000 personas se han dado cita en la manifestación convocada por la Plataforma Feminista de Talavera, entre ellas la alcaldesa de la ciudad, Tita García Élez, la concejala de Igualdad y Perspectivas de Género, Flora Bellón, y diferentes concejales de su equipo de Gobierno. Junto a ellos, el viceconsejero de Administración Local, José Miguel Camacho, y la diputada regional, Diana López.

El grito fue unánime en defensa de las mujeres y sus derechos y, por supuesto, contra la violencia machista. «No estamos todas, faltan las asesinadas» fue una de las frases más escuchadas durante todo el recorrido que partió de la calle San Francisco y volvió al mismo sitio tras pasar por las calles Prado, avenida de Toledo, Pío XII, plaza de España y Muñoz Urra.

La marea violeta regresa con fuerza a las calles de TalaveraLa marea violeta regresa con fuerza a las calles de Talavera - Foto: Manu ReinoMuchas mujeres, pero también muchos hombres y lo que es mejor, mucha juventud e incluso niños y niñas que sujetaban las pancartas con la mayor de las ilusiones, dejaron claro que el movimiento feminista tiene mucho futuro. También fue visible una pancarta con un mensaje de plena actualidad que pedía el ya clásico 'No a las guerra', en clara alusión al conflicto bélico en Ucrania.

La manifestación se fue moviendo acompañada de los cánticos y los carteles, que presumieron de originales y creativos. «Estoy hasta las tetas de hacerte las croquetas», «con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca», «basta ya de justicia patriarcal» o «estamos hasta el culo de tanto machirulo» fueron tan solo algunos de los cánticos que se dejaron oír al ritmo de la batucada que acompañó todo el recorrido. En las pancartas, otras como «los violadores existieron antes que las minifaldas» o «si mi perro entiende un no, Manolo, tú también puedes hacerlo».

Manifiesto. El texto, leído por la Plataforma Feminista de Talavera, exigía «dignidad y libertad para vivir nuestras vidas en plenitud, exactamente igual que la otra mitad de la humanidad», recogiendo el testigo de mujeres como María de Maeztu, Victoria Kent o Clara Campoamor.

El principal eje del manifiesto se centró en exigir empleos dignos, estables y seguros para las mujeres, además de acabar con la brecha salarial, así como con la feminización de la precariedad o los sectores precarizados e invisibilizados, como jornaleras o limpiadoras, «que siguen desprotegidas en nuestro ordenamiento jurídico por haberlas dejado fuera de la reciente reforma laboral».

La educación pública, universal, gratuita y de calidad es «clave» para un futuro en igualdad. La Plataforma reivindicó la coeducación «para alcanzar sociedades más igualitarias» y denuncia el «androcentrismo del currículo académico que sigue invisibilizando el legado cultural de las mujeres», reivindicando además una educación laica y con perspectiva feminista «que incorpore los conocimientos de las mujeres para que las niñas tengan referentes en los que mirarse».

La marea morada del 8-M reclamó servicios públicos de calidad para la corresponsabilidad social de los cuidados y universalización de la dependencia, además de una justicia gratuita, universal y accesible. Es más, exigieron una justicia «que nos escuche, que nos crea, que no nos exponga; que elimine los sesgos patriarcales, racistas y clasistas, incorporando «ya» la perspectiva de género.

El manifiesto defendió a todas las mujeres del mundo. «Somos un grito global: Nuestra lucha es la de todas, en todos los lugares del planeta», decía el texto, donde se tuvo un especial recuerdo para la población y las mujeres de Ucrania al grito de 'Sí a la paz'.

El movimiento feminista, en toda su diversidad, sigue luchando «desde la convicción de que un mundo justo es posible».