Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Los santos inocentes

15/02/2023

Desde el encierro inconstitucional por la pandemia del Covid-19, todo el mundo habla de cómo hemos aumentado nuestro consumo de redes sociales, de dispositivos electrónicos y demás herramientas tecnológicas. Hemos aumentado el consumo de TV. Ahora estamos más propensos a enfadarnos por nada, a protestar por todo y, claro está, echar la culpa a los demás de los problemas que nos acucian. Vemos más películas y nos vienen a la cabeza modelos que, en el cine, las series o 'Tik Tok' nos ponen en máxima alerta.
La personificación a todos esos males nos la da todos los días el gobierno de Page, 'mira lo que digo, pero no juzgues lo que hago'. Pero, la hemeroteca, los memes, los vídeos virales, las declaraciones día sí, y día también, se estrellan con la cruda, cruel y despiadada realidad. Page es un monaguillo, como ya anunció hace meses y, ¡vaya si lo cumple! Declama, de continuo, un sibwanismo bastante ofensivo.
Yo le imagino entrando por Ferraz, pasando de despacho en despacho, por esos pasillos en plena vorágine electoralista y, cuadrándose en primer tiempo de saludo y cabeceo, (con el peligro de 'muerte del loro' que puede tener tanto pegar la barbilla hacia el pecho, se va a llegar con la nariz al ombligo), y así un despacho y otro y otro.
La escena, costumbrista claro, completada con Gutiérrez abriéndole la puerta y apuntando en la libreta y sacudiendo el polvo de los zapatos, a modo de Paco 'el bajo' y el señorito Iván,  personajes de Los santos inocentes, de Miguel Delibes, para no marrar en la dirección del voto en el Congreso.
Esta escena, que reirán en Consistorio 1, están deseando dar el relevo al señorito Iván del siglo XXI (Page), aunque, en algunos momentos, son un cornudo Don Pedro más en la larga lista de desairados del socialismo español por Sánchez. Que ni da, ni pone, pero tragar, tragan todos.
Estos meses vemos, como en otras ocasiones, la promesa fácil y la risita cómplice del que hace que firma, sabiendo que han incumplido en todo, por lo que el Cambio en Castilla-La Mancha se hace más que necesario. Quedan tres largos meses en los que se va a demostrar que ya no podemos ser ni tan santos, ni tan inocentes.