Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Yo para ser feliz quiero un camión

24/03/2022

No sabía Loquillo ni lo que hacía ni lo que escribía cuando sacó, mediados los años ochenta, este tema. Hay cosas que envejecen con dignidad y otras que el tanque del tiempo las tritura de forma inmisericorde. Quizá sea este el caso, pues ya ves tú las ganas ahora de comprarse un camión y echarse a la carretera. Dónde quedaron las fotos del Playboy que forraban las cabinas de los camioneros… En qué momento se diluyeron los mondadientes que apuntaban las lunas igual que un dedo acusador… Ya no trae cuenta ser camionero, nos han quitado las ganas… Ahora lo más, eres piquete y te juegas la vida para parar un país que tiene que despertar… Hoy dice el presidente del Gobierno que se va a reunir con el sector y no se levantará hasta que haya un acuerdo… Manos arriba, esto es un atraco.
El único que hasta ahora le ha cantado las cuarenta y le ha tomado la matrícula al presidente del Gobierno ha sido el rey moro. Mohamed, que será un sátrapa pero no tonto, sabía que la única forma de validar la carta que Sánchez le envió era haciéndola pública… Por eso, lo dejó con el culo al aire el viernes por la tarde mientras estaba reunido con el alemán… Qué cosas, moro de la morería, el día que tú naciste, grandes señales había… Los camioneros harían bien en no fiarse demasiado del rey Lear, pues no le dice la verdad ni al médico. Mientras tanto, aquí andamos el resto, sin huevos, sin pan ni leche... Sánchez se ha dado cuenta diez días después de que esto va en serio. Uno, que es justito y tiene taras, el viernes ya advirtió y comprendió por dónde venían los tiros. Al final, va a llevar razón Zapatero – tanto monta- de que cualquiera puede ser presidente del Gobierno.
Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que uno soñaba con llevar un camión de noche y calzar a las chais en la cabina. No es que resultara glamouroso, pero un culo pegado al cristal siempre tenía su aquel. Ahora ya nada es lo que parecía y solo queda penar y vagar por las gasolineras. No entiende el gobierno la sintaxis del paro. No son asalariados; son autónomos… Y como no tienen nada que perder, lo mismo les da estar en la calle que estar rodando… Es lo que la ideología de izquierdas no comprende… Desconocen el significado del emprendimiento y jamás lo favorecen. Fríen a impuestos al pequeño y mediano y a este último lo llaman terrateniente. Por eso no saben qué hacer ahora. Reducir impuestos equivale a recortar gasto público… Y ahí chocan con sus paguitas, como la del bono cultural… Chavalito que vas a volar, no te olvides de votar… Llegamos así a la sociedad subvencionada, atrofiada, venezolana, cubana… Que nadie piense que eso no puede pasar en España… La prueba más evidente son los propios de Podemos, que aceptan una culada con tal de seguir viviendo.
Los camiones son poderosas armas ultraderechistas que se dirigen hacia el Palacio de Invierno y Pedro quiere desactivar. Antes era el 29, pero todo se ha precipitado para hoy. Aunque él esté en el Consejo Europeo, habrá dado orden de firmar un acuerdo. Yo, si fuera camionero, retransmitiría las negociaciones. Y, por supuesto, las grababa, como Villarejo. Este marzo cabrón de primaveras imposibles ha salido más feo que un cuadro de Tápies. Menos mal que siempre nos quedará Loquillo y pondremos a todo trapo el spoty… Si vamos hacia el abismo, que sea al menos una catarsis óntica, porque nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto.