La cifras suelen condicionar mucho más allá de los costes económicos aunque el dinero suela protagonizar un buen número de datos. La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo acaba de aprobar el Plan Especial del Parque Dotacional del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la hoja de ruta en el plano urbanístico del Campus de la Fábrica de Armas. 

El documento ya tiene el visto bueno de las administraciones tras esperar dos años desde su primera redacción. En líneas generales, la Universidad ya dispone de un instrumento para reforzar, proteger y ampliar en un futuro el campus, la «otra ciudad histórica» al margen del Casco, según el documento.

El área de la Fábrica de Armas se reconvirtió en Campus universitario gracias a la cesión de los terrenos por parte del Ayuntamiento en el año 1998, tras el convenio librado con el Ministerio de Defensa. Y en este espacio singular se fueron rehabilitando antiguas naves y algunos edificios para dar forma a un campus que no ha dejado de crecer y necesitaba un plan debido a la anulación del POM para contar con un buen encaje urbanístico y de diálogo con el futuro Plan de Ordenación. 

La rehabilitación y la ampliación de los edificios son los objetivos más destacados para los próximos años. La UCLM sigue creciendo y el Campus de la Fábrica necesita dar respuesta e ir aumentando su capacidad atendiendo a una serie de condicionantes que garanticen ese modelo constructivo de baja densidad y su estética de ciudad industrial. Y para ello el Plan Especial del Parque Dotacional del Tajo ha ajustado el perímetro del Campus a 43.382 metros cuadrados.

Además, se establece un límite máximo de edificabilidad de 16.136,68 metros cuadrados, cuyo cálculo se ajusta a los parámetros de edificabilidad establecidos en la Modificación 28 del Plan General de 1986, actualmente vigente hasta la entrada de un nuevo POM.

De momento, este campus de la UCLM dispone de una superficie total construida de 9.495,46 metros cuadrados, con lo que todavía dispone de 6.641,22 metros cuadrados que pueden reservarse a futuras ampliaciones de edificios existentes o instalaciones de nueva planta.

Además, la UCLM tendrá vía libre para demoler aquellos edificios en mal estado «de carácter auxiliar y de escasa entidad» planteando la posibilidad de que las nuevas edificaciones puedan ubicarse en el mismo lugar o en otro diferente atendiendo a su mejor encaje urbanístico. 

El plan también destaca que cualquier nueva construcción «no podrá superar en altura la cota del Edificio Sabatini, el más representativo del conjunto». Por tanto, se establece un máximo de dos plantas y de ocho metros de altura para todo el campus universitario.

En relación a otros condicionantes, también se prohiben usos hosteleros y comerciales en el recinto, ya que únicamente se circunscriben a uso docente universitario y otros usos dotacionales, con lo que sí cabría la posibilidad de poner en marcha espacios para la investigación y el desarrollo, instalaciones para exposiciones o incluso habilitar edificios para alojamiento universitario.

Por otra parte, la UCLM está obligada a preservar el arbolado, «salvo en casos excepcionales», el carácter peatonal en el recinto, aunque se permite el tráfico rodado para servicios y mantenimiento.

Costes. El Plan se acompaña de un catálogo de edificios y de una memoria económica que alude al crecimiento del campus tomando como principal posibilidad la rehabilitación de las edificaciones existentes. La puesta a punto de quince edificios y naves en desuso actualmente para aulas, laboratorios y otros servicios acarrearía un gasto de 6,8 millones de euros. Y en caso de que la Universidad opte por edificios de nueva planta, el futuro desembolso alcanzaría los 9 millones de euros.