Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Lectura y cultura

01/03/2021

Hice las prácticas de milicias en el CIR de Alcalá de Henares (año 1972). El enorme porcentaje de reclutas que no sabían leer ni escribir hacia que en cada reemplazo se llevara a cabo un programa de alfabetización para que pudieran obtener el certificado de estudios primarios. Participando en dicho programa vi lo que suponía para aquellos muchachos poder escribir su primera carta a su familia o a su novia. Su orgullo por alcanzar ese nivel hacia que se sintieran agradecidos de por vida por haberles ayudado a alcanzarlo. Esto me afianzó, aún más, en que la formación y el conocimiento es el mayor bien que puede tener cualquier persona.
Ahora leo que el Ministerio de Cultura publica las cifras de lectura del pasado año. Ha aumentado el porcentaje de españoles que declaran ser lectores habituales, alcanzando al 57% del total de la población. Asombra que aún exista un 36% que declaran no leer nunca o casi nunca un libro. Por Comunidades, Madrid es la más lectora con un 73,8%, mientras que Extremadura, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha, están en los puestos de cola. Como la lectura está relacionada con la mejora de la autoestima, ya que la cultura que aporta leer nos da más seguridad a la hora de expresar opiniones en grupo, por haber obtenido conocimientos y formación suficiente sobre diferentes temas, es de pensar, a sensu contrario, que la falta de lecturas, supone depender más de la opinión de los demás. ¿Y por donde se recibe esta? Es evidente que hoy por hoy, la Televisión sigue siendo la ventana por la que la mayoría de la población se conecta con el mundo. Y aquí tenemos otro dato que nos debe preocupar.
En España la media diaria que cada españolito pasa delante del televisor, es de 248 minutos ¡más de 4 horas al día! Y en Castilla- La Mancha estamos a la cabeza del ranking con 262 minutos diarios (población rural, pirámide de edad, nivel de formación, etc.). Quizás sea por no disponer de actividades alternativas de ocio y de cultura, quizás sea por el confinamiento que nos impide reunirnos. Pero aquí hay una tarea importante a llevar a cabo. Más lectura de libros quizás sea la mejor labor social que se podría llevar a cabo, para hacer ciudadanos más libres.