Muchos años de desgaste, disputas crecientes, gritos a veces... Habían llegado al límite. Lo que no imaginaba era que, con tal de ganar la custodia del niño, iba a hacer lo que hizo. Ella, que tanto le había querido, tan tierna, llegando a esto... Imposible. Mas ahí estaba la policía y, de momento, antes de que pudiera probarse nada, él iba a perder su libertad, pues iban a encerrarle en el calabozo. Estaba acusado de violación y maltrato. ¿Cómo era posible esto, si solo habían chillado y ella había comenzado? Sí, le dijo que era maltrato psicológico, ¿acaso no lo sufría también él? Pero estaban esas señales. No entendía. Hasta que le mostraron cómo, supuestamente, la había golpeado. Se encendió la luz. El abogado que tramitaba el divorcio la había aconsejado. Bastaba golpear su brazo contra un mueble y llevar un par de moratones para denunciarle... Él tenía que defender su inocencia. El proceso comenzaría con ventaja para ella, la custodia, la pensión...
Torpes leyes pueden permitirlo. Por supuesto que hay que defender a las mujeres del maltrato machista e intentar evitar abusos o violaciones, pero con sentido común, como dice el presidente del gobierno, el mismo que tramitó una ley tan mal elaborada que está provocando lo contrario de lo deseado. Los violadores, arrepentidos o no, siguen saliendo de las mazmorras, mientras el abuso de alguna mujer puede hacer que el inocente sufra penas severísimas. ¿Guerra entre varones y mujeres? Ellas tienen padres, hijos, hermanos, amigos..., además de novios, maridos... Los varones también tienen hijas, madres... Paz queremos unos y otros. Se trata de intentar hacer las cosas bien para evitar abusos y que la justicia sea realmente justa, pero para eso ha de estar concebida por quienes saben. Pilar Llop dice que con solo una herida queda demostrado que no hubo consentimiento. Pero habrá que demostrar quién hizo la herida...
A nadie conozco a favor de forzar a otro, de una violación... Pero es evidente que hay violadores, maltratadores, quienes abusan de la mujer con la que decidieron compartir la vida o pasar un rato, horrendos hechos lo demuestran. Persíganse. Mas debemos tener cuidado con lo que dicen en el gobierno: «calvario probatorio». No se debe meter en prisión a nadie si no se prueba que es realmente culpable. Hacer leyes es algo muy serio, ya la del «solo sí es sí» se está embrollando en direcciones no previstas, perversas en sus consecuencias. Todos estamos de acuerdo en que es necesario frenar y evitar los abusos. No tanto en las normas que han de lograrlo, porque han de hacerse con cabeza.
Hombres y mujeres no han de ser enemigos, sino unirse por el bien común y mutuo, con respeto. 
Cuando aquel salió del calabozo, decidió hacerse monje o eremita, en algún monte.