'María en el Arte Sacro contemporáneo'

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La sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo muestra esculturas y pinturas de artistas actuales creadas en muchos casos ex profeso para esta ocasión

‘María en el Arte Sacro contemporáneo’ - Foto: Yolanda Lancha

Más de 40 esculturas y pinturas creadas por artistas actuales forman la muestra «Ella. María en el Arte Sacro contemporáneo» que se puede visitar en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo (calle Trinidad 1)  entre el 8 de marzo y el 18 de abril, en horario de mañana y tarde. La delegada diocesana de Fe y Cultura, Pilar Gordillo, explica que se trata de una propuesta de la Archidiócesis de Toledo con motivo del Día Internacional de la Mujer dedicada a «la gran influencer de todos los tiempos», la Virgen María, y pensada para subrayar el papel de las mujeres en la Iglesia, «necesarias y activas».

El espectador apreciará «belleza estética, armonía, equilibrio» pero también la imagen «dolorosa, desgarrada, al pie de la cruz» de quien sufre los mismos males que el resto de mujeres que son atacadas.

Asegura que los artistas han respondido agradecidos al reto para crear arte sacro contemporáneo y que muchos han realizado la obra ex profeso, es más, algunos van a estar en la sala acabando sus obras.

‘María en el Arte Sacro contemporáneo’‘María en el Arte Sacro contemporáneo’ - Foto: Yolanda Lancha

La nómina de artistas está integrada por Ana de Alvear, Lidia Benavides, Jesús Carrasco, Valeria Cassina, Dalila del Valle, Carolina Espejo, Kiko Flores, Carlos Galván, Alberto Guerrero, Félix Hernández, Francisco Loma-Osorio, Ángel Lomas, Constanza López Schliting, Greta Malcrona, Juan Ramón Martín, Javier Martínez, Vicente Molina, Margarita Monroy, Matilde Olivera, Antonio Oteiza, Pablo Redondo 'Odnoder', Paco Paso, Amalia Parra, Ricardo Plaza, Javier Pulido, Alfonso Salas, Ana Salguero, Javier Viver, María Yáñez, Rodrigo Zaparaín.

Todos ellos ofrecen «pintura y escultura fresca y actual, al nivel del hombre de hoy» con imágenes de rostros muy definidos, modernos, que pueden chocar y para los que aconseja que se vean sin prejuicios, que se vea sin miedo.

Admite que existe un desconocimiento por la desconexión que ha habido entre el arte y la Iglesia durante un siglo. También señala que cada obra tiene su lugar, no todo es para una capilla y por ejemplo hay artistas no creyentes, pocos, que han aportado un trabajo lleno de respeto hacia la mujer.

Dos de los conjuntos pictóricos más complejos, uno de ellos formado por más de 50 dibujos hechos a mano con lápices de colores, obra de Ana de Alvear, y un tríptico al óleo, obra de Constanza López Schlichting, han participado en importantes exposiciones y en las bienales europeas más prestigiosas. Otras dos esculturas, la Virgen de Hakuna y Santa María de la Paz, obra del artista de reconocido prestigio, Javier Viver, «son un símbolo de la juventud católica en España y juegan un papel muy destacado en la vida de fe de miles de personas, que se acercan a las piezas a rezar y las tocan y acarician, por lo representan, para mayor amor y consuelo de sus vidas»