De la obra de Juan de Borgoña se puede disfrutar habitualmente en Toledo, tanto en la Catedral, donde dejó patente su maestría en la sala Capitular y la capilla Mozárabe, como en el museo de Santa Cruz. Pero hasta el momento la ciudad no había hecho ningún gran homenaje de altura al precursor del Greco, la persona que introdujo en Castilla el inicio del Renacimiento y las formas del Quattrocento italiano.

Hasta ahora. Porque este miércoles, el museo de Santa Cruz ha abierto la que se vende como la primera gran exposición mundial de Juan de Borgoña. Un conjunto de 38 obras (20 pinturas y 18 esculturas) van a compartir calendario con la pinacoteca toledana con la muestra magna sobre Alfonso X 'el Sabio'.

La exposición sobre Juan de Borgoña tiene el sobrenombre de 'Un Maestro Oculto', lo que es toda una declaración de intenciones. Porque su gestación ha tenido, en palabras de la consejera de Cultura, Rosana Rodríguez, un origen «casi cinematográfico». Hasta Toledo llegan obras de diversas partes de la región. Pero el grueso de la muestra está casi inédita. Es fruto de un reciente descubrimiento de varias obras ocultas en un retablo de Alcaraz.

Homenaje al precursor del Renacimiento en CastillaCon ocasión del VIII Centenario de la aparición de la Virgen de Cortes, Alcaraz organizó un año jubilar. Uno de sus aspectos más importantes, apuntó el obispo de Albacete  exobispo auxiliar de Toledo, Ángel Fernández Collado, fue la restauración del retablo mayor de la parroquia de la Santísima Trinidad.

Fue en esa restauración cuando salió a la luz un «pan de oro excepcional». De forma que la obra oculta tras las pinturas del siglo XIX podrían ser de Juan de Borgoña, del que quedaba constancia que trabajó en la iglesia, pero cuya obra se pensaba que estaba perdida. Así fue. Para emoción de sus descubridores, se descubrieron ocho tablas y dieciocho esculturas del artistas renacentistas, que se han restaurado con la ayuda de la Junta de Comunidades. «Lo que permanecía oculto se ha desvelado, lo que los ojos de los alcaraceños no pudieron ver, por mucho que miraran, aparece ante nosotros con toda nitidez y calidad, su colorido, su elegancia compositiva, sus fondos dorados, la elección de los personajes, los amplios fondos de paisaje, y en definitiva su estilo flamenco de origen y el clasicismo del paso por Florencia de Borgoña se dan cita en estas tablas de Alcaraz», apuntó el obispo de Albacete.

Exposición. Aquel descubrimiento en Alcaraz ha ido más allá, y ha llevado a la Diócesis de Albacete y al Gobierno regional a poner en valor la figura de Juan de Borgoña, con la primera exposición mundial sobre su figura. Ha sido en el Santa Cruz, un edificio que «es el mejor contenedor», dado que se comenzó a construir en tiempos de Borgoña, y muy posiblemente lo conociera durante su paso por Toledo el pintor.

Homenaje al precursor del Renacimiento en CastillaLa exposición, destacó Rodríguez, también recoge obras de Toledo, como el tríptico de la Última Cena de la Catedral y una Piedad del Santa Cruz,  así como tablas del antiguo convento dominico de Carboneras de Guadazaón (Cuenca), piezas de la colegiata de Pastrana (Guadalajara) y piezas de la parroquia de Illescas. Todo ello, resumió Rodríguez, en el «continente más adecuado, en un museo con una traza renacentista que pensó el cardenal Mendoza».

Es en este escenario, resumió Rodríguez, donde se puede percibir «la grandeza de la sensibilidad extraordinaria que tenía un hombre como Borgoña, que hablaba de la perspectiva lineal, que hablaba de las texturas, de la imagen, que hablaba de la escenografía teológica como quizás ningún otro pudo hacerlo. Lo que hace en cada una de sus tablas es una narración, es un simbolismo y un lenguaje muy adecuado para la época, con una estética enorme».

La exposición, se mostró orgullosa Milagros Tolón, alcaldesa de la ciudad, recoge la obra de uno de los pintores más transcendentes de la historia de España, que tiene mucho que ver con Toledo. Es, en definitiva, «un merecido reconocimiento a uno de los artistas que más influyó en la cultura española y al que debemos algo tan importante como es la introducción del Renacimiento»