José María San Román Cutanda

A Vuelapluma

José María San Román Cutanda


Mujeres que admirar

28/03/2022

La Biblioteca de Castilla-La Mancha ha comenzado en su cuenta de Facebook una iniciativa sumamente interesante, titulada Mujeres que admirar. A lo largo de varias semanas, y en publicaciones breves pero sustanciosas, se van dando a conocer los perfiles de mujeres de gran interés relacionadas, sobre todo, con Toledo y con Castilla-La Mancha. Resulta especialmente interesante que los perfiles de las mujeres que analizan no se circunscriben a una sola época, aunque sí lo hagan a las artes, a la literatura o al mundo académico. Tampoco se circunscriben a una franja de edad determinada, sino que da oportunidad de darse a conocer a mujeres jóvenes que han logrado pronto ganarse un lugar más que merecido en sus respectivas disciplinas.
Así por ejemplo, hoy mismo se ha publicado la biografía de Safo de Mitilene. No tenía relación alguna con nuestra tierra, pero sí ha sido un referente literario que ha quedado incardinado en nuestra historia, aun a pesar de que su obra está escrita siete siglos antes del nacimiento de Cristo. Pero hace algunos días, concretamente el veintiuno de marzo, se publicó la biografía de una jovencísima escritora segoviana, Elvira Sastre, a la que se definió como «nueva voz poética». Y entre ellas, un gran lapso temporal en el que se ha hablado de la biografía de algunas grandes mujeres que merecen su homenaje por cuanto han aportado un importante grano a la cultura de nuestro tiempo. Destaco, entre todas, además de a las ya mencionadas Safo, de fama universal, y  Elvira Sastre, los perfiles de dos toledanas muy conocidas en nuestra ciudad.
La primera de ellas es Alicia Arellano Córdoba, genealogista, historiadora y gran especialista del mundo mozárabe, al que pertenece por linaje y al que tanto se han dedicado sus padres, los conocidos investigadores Mario Arellano y Justa Córdoba. Sus publicaciones sobre mozarabía son de reconocido valor para cuantos investigadores nos acercamos a ese aspecto tan particular de la historia, no siempre fácil de conocer en profundidad con pleno acierto. Además, una de sus mejores obras, titulada Inscripciones toledanas, ha servido como orientación para encauzar tanto investigaciones académicas como trabajos de campo.
El otro perfil que me gustaría destacar es el de Carmen Vaquero Serrano. Catedrática de Literatura, toledana hasta la médula y defensora a ultranza de Toledo y sus tradiciones, ha sido una de las investigadoras que ha contribuido con más acierto a poner a nuestra ciudad en el mapa literario gracias a sus laboriosísimas investigaciones sobre Garcilaso de la Vega, su obra, su familia y las tres mujeres de su vida. Quizá, sea la investigadora española con mayor y más profundo conocimiento archivístico sobre el príncipe de los poetas españoles. Por otra parte, su labor con la ciudad en sus aspectos más sociales y tradicionales se ha materializado en actos como su pertenencia a la plataforma que procuraba que la fiesta del Corpus Christi se celebrase en jueves, y no en domingo como se hizo durante décadas, su vinculación a la Junta Pro Corpus junto a su hermana y a su madre, y, más recientemente, su propuesta política para el Ayuntamiento de Toledo.
Gracias a la Biblioteca Regional, tenemos en la punta de los dedos la información resumida sobre grandes mujeres que han cambiado nuestra historia muy positivamente. Las redes sociales ya no son el futuro, sino el presente. En ellas está esa 'biblioteca de Alejandría' en la que todo lo que existe está escrito. Tan solo faltaría, me parece a mí, poner en valor a estas mujeres en aspectos todavía más tangibles. Todavía sigo pensando, por ejemplo, que Toledo le debe a Carmen Vaquero el título de Hija Predilecta de la Ciudad. Igualmente, creo que Alicia Arellano es acreedora de una distinción por parte de Toledo, como también lo es su padre, cuyo trabajo callado y constante ha dado como fruto no solo diversas investigaciones, sino también el sostenimiento de algunas entidades toledanas de gran solera que pasaron por momentos de dificultad o que, como todo lo que empieza, necesitaba un empujón inicial para poder hacerse realidad. Y lo pido desde aquí al Ayuntamiento para la próxima convocatoria de los premios San Ildefonso.
Mi felicitación a la Biblioteca Regional por esta maravillosa iniciativa que, además, no tiene ninguna clase de sesgo, sino solo un marcado y bienintencionado afán de mostrarnos una de las mejores partes de nuestra cultura en clave de mujer. Porque, ¿acaso hay algo más bonito y fructífero para la cultura que acercarla con una visión de permanencia y de continuidad?