Sanidad espera que remita esta semana el brote de legionela tras sumar 222 casos

M. Sierra / Ciudad Real
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El consejero autonómico Jesús Fernández Sanz asegura en Manzanares que el descenso de identificación de nuevos casos, aunque podrían seguir apareciendo, es la garantía de que el brote «empieza a remitir»

Dos nuevos casos, que han requerido ingreso hospitalario, elevan a 222 los afectados por el brote de legionela que desde el 11 de diciembre afecta a Manzanares. De estos, 27 pacientes se encuentran ingresados, cinco de ellos en la UCI del Hospital de Ciudad Real y de La Mancha Centro, en Alcázar.

De los cinco casos más graves,  «tres han mejorado en las últimas horas, mientras que dos permanecen estables», según los datos aportados por el responsable de Sanidad, Jesús Fernández, quien sin embargo incidió en que el «brote comienza a remitir», basándose para hacer esta afirmación en que «cada vez llega menos gente con sintomatología».

Estos fueron algunos de los datos aportados por el consejero de durante su comparecencia ante los medios en el Hospital de Manzanares, casi tres semanas después de que aparecieran los primeros casos, el día 11, y que provocaron la activación del protocolo sanitario el pasado 14 para combatir «el brote más grande de legionela que hemos tenido en Castilla-La Mancha».

Del 15 al 18 de diciembre el brote vivió «su peor momento» al aumentar considerablemente el número de diagnosticados. Tras el pasado 24  de diciembre éste ha empezado a remitir, «tras  pasar de una media de cinco diagnósticos diarios a dos», garantía, en palabras del consejero, de que se «ha controlado» la epidemia, aunque no descarta que en los próximos días aparezcan nuevos casos.

El protocolo activado, por un lado suponía, «derivar al hospital de Manzanares las posibles infecciones respiratorias y neumonías graves, positivas en antígenos en orina», y aprobar desde la consejería «convocar cuantos refuerzos en recursos humanos y materiales fueran necesarios para hacer frente al brote». Por otro, como recordó Fernández, buscar los posibles focos del brote, teniendo en cuenta que «la bacteria necesita agua para su mantenimiento y que no se contagia de persona a persona, sino al inhalarla en vapores o aerosoles». Así, la investigación, tras descartar el polígono industrial, único espacio que compartían las dos primeros casos diagnosticados, «llevo a analizar 103 puntos de la ciudad, de los que se tomaron 33 muestras», que volvieron a resultar negativas con dos únicas excepciones,  «una torre de refrigeración de una empresa del polígono y otro en una fuente ornamental de la ciudad, junto a la estación de autobuses, que desde entonces, como el resto de fuentes ornamentales del municipio, se encuentra cerrada».

Ambas están pendientes de los resultados del laboratorio de Talavera, que podrían haberse visto  «ralentizados por las vacaciones», y que deberán compararse con las muestras de esputo que se están analizando en el  Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda.