Los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han perdido en una semana otros 9,1 hectómetros cúbicos. Tras este descenso, almacenan actualmente un total de 494,96 hectómetros cúbicos, bajando  ya de la barrera de los 500. Esto supone que están al 19,65 por ciento por ciento de su capacidad –que asciende a 2.518 hectómetros–, según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Tajo.

En este sentido, el embalse de Entrepeñas ha bajado 4,46 hectómetros en los últimos siete días y almacena 222,83 de los 813 que puede embalsar; mientras que el de Buendía desciende en 4,64 su capacidad y almacena 272,13 de los 1.705 hectómetros cúbicos que puede contener.

Hay que recordar que estos pantanos llevan desde el mes de mayo en situación hidrológica excepcional o nivel 3, lo que limita los trasvases al Segura a un máximo de 20 hectómetros cúbicos al mes. Aunque en verano no se ha llegado a esa cantidad se han seguido aprobando autorizaciones de derivaciones por el trasvase. El informe de la última autorización aprobada hasta la fecha, el de agosto, ya avisaba de que la cabecera del Tajo no saldría de esta situación hidrológica excepcional en lo que queda de 2022.

Pero es que podría ser peor e incluso bajar de nivel. Si llegase a descender de los 400 hectómetros cúbicos se rebasaría la barrera por debajo de la cual ya no se puede trasvasar. Según la información actualizada del SAIH del Tajo, hoy Entrepeñas tiene 221,26 hectómetros y Buendía 271,03. Están solo 92 hectómetros por encima de esa raya no trasvasable.