Tarayales de la isla tardarán de 20 a 40 años en recuperarse

J. S. Rodríguez
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Respecto a las causas, el doctor en Medio Ambiente y miembro de la Real Academia, Enrique García, opina que es improbable que exista alguna ajena a los fuegos artificiales por la dificultad de acceso al lugar.

Un helicóptero del Infocam recoge agua en el Tajo para apagar el incendio en una de las islas que el río forma a su paso por Toledo. - Foto: Ángeles Visdómine (EFE)

El incendio de unos 2.000 m² de isla salvaje en el río Tajo a principios de semana hizo saltar las alarmas medioambientales de la ciudad. La biodiversidad de la zona ardió hasta que los bomberos pudieron frenar el avance de las llamas. Ahora, la isla comenzará un proceso de recuperación a distintos niveles. En el caso de los leñosos tarayes que daban cobijo y seguridad a la fauna salvaje, su recuperación se estima en una duración de entre 20 y 40 años, mientras tanto, habrá pequeños brotes de regeneración que volverán a dar vida a la zona de manera natural.

Así lo explica el doctor en Medio Ambiente Internacional y miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Enrique García, afirmando que "aunque es una desgracia porque se trata de un hábitat inalterado por falta de acceso humano a la isla", la propia naturaleza "va a ser capaz de regenerar lo que ha sucedido", pues "aunque se quema la parte aérea de la flora,  la parte subterránea sigue viva, en condiciones normales va a rebrotar".

García apunta que "dentro de la mala suerte, el incendio no ha ocurrido en el peor momento para la fauna" ya que, asegura "el periodo de nidificación suele ser en primavera, por lo que la fauna que vivía en el tarayal habrá podido huir del incendio por medios propios".

García ha aclarado que "por suerte y dentro de lo malo", las aves se adaptan muy bien a las circunstancias, por lo que se adecuarán a la zona afectada. A pesar de todo, señala, la nidificación de la próxima primavera será menor debido a las nuevas condiciones del ecosistema.

Respecto al origen del incendio, Enrique García opina que "es posible que fuera por los fuegos artificiales" y sugiere que "hasta que los técnicos no estudien las causas y el origen sería muy atrevido afirmarlo". Aun así, García comenta que "en una isla que no hay acceso directo para el ser humano, cualquier otro motivo que no sea los fuegos artificiales resulta raro". García explica que una de las causas naturales podría haber sido un rayo, "pero si no hubo rayos aquella noche eliminamos algunos de los factores".

"Los tiempos van cambiando y con la crisis climática en avance, en el futuro tendremos que tomar medidas que hasta hoy día parecían inimaginables, como no iniciar fuegos artificiales, tracas, pólvoras…" admite García a este medio, aceptando que estos eventos son "un poco el corazón de muchas fiestas", pero cree que se tendrán que ir limitado por este tipo de riesgo, ya que, opina "está por encima el bienestar medioambiental y el ecosistema que un momento puntual de disfrute".

Ante posicionarse sobre la prohibición de fuegos artificiales, García cree que habría que regularlo y ser cada vez más estricto, pero no prohibir, porque según él, no todas las zonas son iguales y habría que estudiar cada caso concreto. Aun así, reincide en que se deberá ser cada vez más estrictos en el uso de cualquier elemento que pueda generar riesgos de incendios en medios naturales.