La familia de Lorenzo P. C., el joven de 21 años asesinado la noche de Halloween en el barrio de Santa María de Benquerencia en Toledo, ha asegurado que «no busca venganza» y que solo quiere que «se haga justicia» casi tres meses después del suceso y sin ningún detenido.

Así lo ha confirmado en declaraciones a Efe el abogado de la familia, Ignacio Castillo Castrillón, que ha definido los hechos como «muy violentos y muy gratuitos». Castillo se ha referido a la víctima como «un chaval que estaba siempre jugando a la Play en casa. No solía salir a la calle», por lo que esto remarca más el carácter pacífico de Lorenzo.

En cuanto a la familia despeja las dudas ya que «no es una familia vengativa. Al contrario, está muy dolida y espera a ver si se hace justicia», ha asegurado el representante legal del despacho Castillo Castrillón Abogados.

De esta forma queda patente que la única voluntad es la esclarecer lo ocurrido y encontrar al culpable de la macabra y luctuosa agresión.

Lorenzo fallecía en la madrugada del pasado 1 de noviembre a causa de «un corte de unos 15 centímetros de longitud» y «10 de profundidad» en lado izquierdo del cuello. Una herida «mortal de necesidad» que produjo su fallecimiento en el acto.

Investigación. Desde diciembre se incorporó al caso la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid y las investigaciones siguen su curso. La Brigada Provincial de la Policía Judicial ha hecho registros e intervenciones de teléfonos pero sin obtener resultados que hayan desembocado en arresto.

Tal y como adelantó La Tribuna, el trabajo de la policía ha descartado a un sospechoso tras un registro domiciliario y se centra ahora en otro posible autor. Además, consideran probado, ya que esa noche llovió y unos testigos vieron previamente al asesinato a este hombre seco,  que esa persona se encontraba en el interior de la urbanización de Río Yedra 8 desde hacía bastante tiempo. Ese sospechoso encajaría con la descripción ofrecida por los diferentes testigos, por lo que se están reuniendo indicios y pruebas para poder demostrar la autoría del crimen.