Cervantes toma posesión como decano de los abogados

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Reivindica la dignificación de la profesión pero la presidenta del Consejo General de la Abogacía considera que no es una frase «afortunada» porque asegura que nunca han perdido la dignidad

Cervantes toma posesión como decano de los abogados - Foto: Yolanda Lancha

Ángel Cervantes ha tomado posesión por segundo mandato consecutivo como decano del Colegio de Abogados de Toledo. En el acto ha estado acompañado por la presidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega, por el presidente de la Audiencia Provincial, Juan Ramón Brigidano, y por el fiscal superior de Castilla-La Mancha Emilio Fernández. Junto a Cervantes han tomado posesión Ainhoa Franco, José Javier Moragón y Natalia Marcos como miembros de su junta de gobierno.

Cervantes asegura que continúa en el cargo con ilusión, con fuerzas y con determinación. Sobre la función social de la abogacía destaca el trabajo en favor de los desfavorecidos y en concreto del turno de oficio cuyos integrantes están dispuestos 24 horas 365 días al año para que ningún justiciable quede sin defensa.

Reivindica «la dignificación de la profesión» y del turno de oficio. Por ejemplo aboga por quitar mamparas para el libre acceso de los profesionales a sus clientes, por que se les trate de forma respetuosa, por que se reciban copias de las actuaciones completas y por medidas para la conciliación familiar. Por parte de los abogados se compromete a la lealtad institucional.

También señala que continuarán con la modernización tecnológica del Colegio abundando en la transparencia y en la información de todo el trabajo que realizan de cara al exterior.

Aboga por la formación de excelencia, no solo de los universitarios sino de los colegiados en las especializaciones porque requieren una formación constante en evolución. Quiere que el colegio sea útil, de proximidad y comprometido con el estado de derecho con la defensa de la Constitución y con la unidad de España.

Victoria Ortega agradece el compromiso con la profesión con la ciudadanía y con la responsabilidad y señala que la reelección de Cervantes significa el apoyo a su gestión. Señala su diferencia de criterio respecto a la dignidad, en especial del turno de oficio del que dice que «nunca la han perdido», por lo tanto considera que no es una frase «afortunada». Además hizo un repaso a la serie de asuntos en los que deben seguir trabajando juntos los colegios de abogados y las instituciones con las que se relacionan, incluyendo todas y cada una de las que mencionaron el resto de ponentes.

El fiscal superior también considera esencial la labor de los abogados en un estado de derecho y recuerda que en Roma son anteriores incluso a los jueces.

Esa función «esencial» debe mantenerse para que la justicia avance en el mismo sentido que la Constitución, para cumplir el mandato del ser un estado social y democrático de derecho y sugiere dos retos en los que incidir: la deontología, es decir, cumplir las reglas en la relación con el cliente; y la formación ya que el derecho es cambiante y cada semana hay modificaciones. Por último afirma que solo existe justicia si es rápida.

Por último, Brigidano subraya la importante función de servicio público de los abogados y les recuerda que vienen de dos años de resistencia y complicados (por la pandemia y por las crisis) y señala que ahora toca una época de progreso y de proyectos. El reto, dice, es que la administración de justicia pase de estar en el siglo XIX a meterse en el siglo XXI.

Acudieron la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, el presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez, y el subdelegado del Gobierno, Carlos Ángel Devia. A la alcaldesa Cervantes le pide una plaza, un espacio público o una calle dedicada al turno de oficio y al presidente de la Diputación que acaben de firmar el convenio para la atención de la justicia penitenciaria.