El patronato de la Real Fundación de Toledo ha adoptado en la reunión mantenida hoy «una serie de decisiones» de cara a la estrategia que va a mantener de cara al futuro. Así lo explicó Jesús Carrobles, vicepresidente de la Fundación, quien pormenorizó que se ha reflexionado sobre los 34 primeros años de vida y anunció una serie de medidas que «van a poner en valor lo que Toledo necesita».
Aunque según explicó la «oferta patrimonial es completa», desde el punto de vista de la cultura, hay «elementos que aún hay que completar». Uno de ellos sería «saldar la deuda» con una figura del arte contemporáneo como es la de Rafael Canogar.
Según argumentó «Canogar es el artista más universal y excepcional de la ciudad», por lo que se ha cerrado un acuerdo con él para la creación del 'Espacio Rafael Canogar', de tal manera que pronto se podrá disfrutar de su obra, «obras elegidas por el propio artista» y que supondrá una «apuesta por la modernización» de la imagen de la ciudad, ya que «no nos sobra El Greco, pero es verdad que faltan figuras contemporáneas que den a Toledo una potencia diferente».
Jesús Carrobles, vicepresidente de la Real Fundación Toledo. - Foto: A.Perez HerreraCarrobles anunció la participación en un proyecto que catalogó como «transformador para la ciudad». Será la creación de «un centro de artesanía para la excelencia internacional» y que estará ligado al plan de sostenibilidadd turística de la ciudad. Esto será, siguiendo el ejemplo de ciudades como San Sebastián y su centros de gastronomía, algo que es muy a tener en cuenta ya que según los datos que aportaron para su implantación «viene más gente por nuestra gastronomía que por nuestros museos y Catedrales».
DOS ÓRGANOS NUEVOS. En esta «nueva etapa», explicó Carrobles, la Fundación ha decidido crear dos órganos nuevos diferentes. Por un lado, será un Consejo de Medios de Comunicación, algo «novedoso» y que ayudará, en palabras del vicepresidente, a que «los medios desde dentro de la Fundación colaboren y se impliquen en la proyección de la ciudad al exterior», integrándolos y permitiéndolos trabajar en los campos en los que desarrollan su labor.
Por otro lado, la creación de un Consejo Internacional. Este, nace justificado en tanto en cuanto «el nombre de Toledo cuenta con un gran potencial y reconocimiento», a pesar de que «queda mucho por hacer», por lo que este Consejo, «gente de todo tipo y condición de todo el mundo» ayudarán a la ciudad para implicarse en un proyecto y una ciudad como Toledo.
Se trata por tanto de un movimiento de excelencia y calidad que con esta influencia internacional el programa de la Fundación muestra «su ambición y dónde se quiere llegar».