Las elevadas temperaturas que Talavera viene registrando desde antes incluso de que arrancara el verano oficialmente están dejando una media muy alta en el termómetro. En los primeros 24 días de julio ha marcado la máxima media más elevada de Castilla-La Mancha, con una temperatura de 40,8 grados. No es raro, si se tiene en cuenta que desde hace quince días han sido excepcionales las jornadas en las que el termómetro se ha quedado por debajo de los 40 grados.  

Esta temperatura máxima media adelanta en 1,5 grados a la registrada en Toledo capital, donde se marca la segunda media más alta. La media más baja entre los registros máximos de estos 24 días se ha quedado en Sigüenza (Guadalajara), donde se sitúa en 33,3 grados, según los datos dados a conocer ayer por la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla-La Mancha.

El pasado día 21 Talavera volvía a registrar la máxima de España, con 42,2 grados, sin que haya bajado en los días sucesivos de la barrera de los 40. Ayer mismo, el termómetro subió hasta los 40,4 grados, la tercera temperatura más alta de Castilla-La Mancha. No obstante, se quedó lejos del registro más alto de España que llegó a los 45,9 grados en la localidad murciana de Molina de Segura. 

A pesar de que los termómetros continúan subiendo mucho, en los últimos días se están registrando al menos mínimas más benignas. El domingo las temperaturas cayeron en la madrugada hasta 15,1 grados y ayer mismo se mantuvieron en 17,4 grados. En lo peor de la pasada ola de calor, cuando se llegaron a rozar los 45 grados en las horas centrales del día, también se registraron noches con mínimas de 26,6 grados, que en muchos casos impiden el descanso nocturno, ya que por encima de los 25 grados se entra en las llamadas noches tropicales. 

La temperatura más alta de la historia en Talavera ha sido de 45,5 grados y se registró el 14 de agosto de 2021 a las 17:30 horas, según los datos que ofreció entonces la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha.

Consejos contra el calor. Evitar la luz directa del sol desde las doce del mediodía hasta las cinco de la tarde, una buena hidratación como clave para prevenir golpes de calor y aplicar una crema solar de alta protección, con especial atención los niños, son algunos de los consejos que se han de tener en cuenta para afrontar el calor. En caso de malestar, piel enrojecida, pulso acelerado, fiebre, confusión o mareos es recomendable dirigirse al centro de salud más cercano, porque se podría estar sufriendo un golpe de calor. En casa, se aconseja mantener las persianas bajadas en las horas de más calor, alternar el aire acondicionado con los ventiladores y colocar alimentos y medicamentos en lugares secos y frescos para evitar su deterioro.