Premio a un Hombre de La Mancha que cruzó el charco

J. Monroy
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Luis Molina López reivindica a las administraciones la creación de un Patronato para el Festival Iberoamericano de Almagro y el Centro Internacional de Formación Escénica Integral

Premio a un Hombre de La Mancha que cruzó el charco - Foto: Yolanda Redondo

El toledano teatro de Rojas ha premiado este viernes a personas de renombre en el mundo de la escena, como Emilio Gutiérrez Caba, Adriana Ozores o Fernando Tejero. Pero entre todos los nombres destacó el galardón a toda una vida de trabajo de un hombre de La Mancha, que cruzó el charco para luchar contra gigantes en América y ha retornado a su tierra para continuar haciéndolo.

Luis Molina López recibía este viernes, con la platea en pie, el Premio Especial Teatro de Rojas en su XXVII edición, y quiso acodarse, en primer lugar, a todos los que han hecho posible el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Celcit) que fundó y dirige, y en especial, a su compañera Elena. El reconocimiento le llenó de alegría, máxime cuando viene del teatro de Rojas, «el teatro principal de la comunidad de Castilla-La Mancha, y como hombre de La Mancha, me siento especialmente orgulloso, y aunque el Celcit ha recibido muchos reconocimientos, este para nosotros es especial». El suyo ha sido un galardón a una vida de lucha sobre las tablas, desde que aquel joven de Aldea del Rey (Ciudad Real) comenzara a estudiar en el Teatro Estable de Madrid (TEM) e iniciara su carrera profesional en el Teatro Nacional María Guerrero. Pero su principal mérito comenzó cuando, unos meses antes de la muerte de Franco, comenzó a romper la incomunicación que había entre los países americanos, España y Portugal. A partir de ahí, se inició el trasiego de grupos españoles para allá. Desde entonces, en 45 años, se han desarrollado miles de actividades, con la creación de espacios, festivales, encuentros de todo tipo y escuelas y profundizando en la problemática general del mundo del teatro.

Hasta que Molina López volvió a La Mancha en busca de nuevos gigantes. En Almagro se ha establecido el teatro laboratorio La Veleta, desde el que se hace todos los años el Festival de Teatro Iberoamericano, las Jornadas Lorquianas, Jornadas Cervantinas y el Festival de Primavera. Lamentablemente, denunció, «no hemos logrado tener hasta ahora el apoyo mínimo indispensable para nuestra proyección y realización, siendo como somos, el refugio de toda la gente que viene de Iberoamérica, y a partir de donde se encuentran los creadores españoles e iberoamericanos».

Espera, por lo tanto, que este reconocimiento pueda transformarse en una toma de conciencia de los responsables de las instituciones culturales, fundamentalmente de Junta, Diputación, Almagro y Ministerio de Cultura, para la creación del Patronato del Festival y del Centro Internacional de Formación Escénica Integral.

Demás premiados. Junto a Molina López, recogieron sus respectivos premios Emilio Gutiérrez Caba (Mejor Dirección Escénica por La cueva de Salamanca), Adriana Ozores (Mejor Interpretación Femenina por La cantante calva), Fernando Tejero Mejor Interpretación Masculina por La cantante calva), Patxo Tellería (Mejor Texto de Autor Español por Último tren a Treblinka), Vailén Producciones (Mejor Espectáculo de Teatro por Último tren a Treblinka), el Ballet de San Petersburgo (Mejor Espectáculo de Danza por La Bella Durmiente), Compañía Morfeo Teatro, Karlik Danza y Gloria Muñoz (Mejor Espectáculo Infantil y Familiar por El Lago de los Cisnes), y la Compañía de Sangre y Raza (Mejor Espectáculo de Compañías de Castilla-La Mancha por Carmen de Mérimée). Cerca de dos mil espectadores han otorgado estos vigésimo séptimos premios del Teatro de Rojas, votando sus favoritos.

Gutiérrez Caba reconocía en el Rojas que este, su primer premio como director, «es como si volviera uno a empezar una carrera nueva dentro del teatro, a pesar de estar tan familiarizado con él». Y el hecho de que se lo diera el público de Toledo «es realmente muy emocionante». En La cueva de Salamanca, apuntó, «se reunieron muchos factores muy interesante, como Salvador Collado, que vive en Toledo, que es un productor excelente, un elenco de actores y actrices estupendo y unos técnicos maravillosos. Todo ello junto es lo que hace que te den el premio, pero en realidad este premio es de todos, yo solo dirigí la circulación de buenos intérpretes y tuve un cierto gusto por las cosas, pero no más»

El ameno acto volvió a llenar el coliseo toledano hasta la bandera. Lo presentaron la actriz Ana Fernández y el actor Miguel Hermoso, ambos con una dilatada trayectoria profesional tanto en teatro como en cine o televisión. Además, la música corrió a cargo de Strad, el Violinista Rebelde, que fue intercalando sus actuaciones  y sus peculiares monólogos entre los diferentes bloques de premios que se fueron entregando, haciendo pasar a los espectadores una divertida y entretenida noche.