La víctima tenía traumatismos «intensos y directos»

J.M.
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Un guardia civil apunta que la puerta de entrada de la casa estaba «reventada». El perito del seguro afirma también que la cerradura estaba violentada

La víctima tenía traumatismos «intensos y directos»

El médico forense exploró a la víctima meses después de los hechos, pero pudo analizar ayer en la Audiencia Provincial las lesiones de aquel 6 de agosto de 2018 y las causas. Antonio ingresó en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo con politraumatismos, sobre todo en el cráneo y en el tronco. «Fue golpeado principalmente en la cabeza y en el hombro, sobre todo a nivel ocular y facial», detalló el especialista adscrito al Instituto de Medicina Legal de Toledo. En este sentido, el acusado, Ahmed, rebajó en la declaración del primer día la intensidad del ataque y aseguró que obedeció a una reacción porque la víctima pegó primero. El jurado deliberará hoy sobre el veredicto.

El forense subrayó que las lesiones eran compatibles con traumatismos directos, con golpes. Y compatibles con un objeto cortante como una botella rota. La víctima, que recibió la agresión en su domicilio de Alameda de la Sagra, permaneció 11 días ingresado en observación en el área de Neurocirugía por la hemorragia en la cabeza.

El experto afirmó que las lesiones resultaban compatibles con una reiteración de golpes y no son compatibles con simples empujones. «Los traumatismos son intensos y directos», aseveró antes de apuntar que la víctima presentaba diferentes cuadros de lesiones.

Uno de los guardias civiles que intervino en el caso detalló que la vivienda estaba destrozada y apuntó que la puerta estaba «abierta de par en par, reventada» aunque no pudo precisar los daños exactos. Además, el atestado no recogió los daños. Otro agente no está seguro de que estuviera forzada.

La acusación de la Fiscalía se centra en la comisión de los delitos de allanamiento y lesiones, por lo que pide cuatro años y tres meses de prisión para Ahmed. El jurado podrá ver las fotografías de la Guardia Civil sobre el estado en que quedó la casa.

«No se movía. Estaba completamente ensangrentado y tenía la cara hinchada», describió el agente sobre el estado en que la Guardia Civil encontró a Antonio. Los guardias civiles apuntaron que la víctima aseguraba que había forzado la entrada un individuo.

La Guardia Civil detuvo a Ahmed en un bar de Añover de Tajo, a donde acudió al centro de salud pero estaba cerrado; precisamente, el personal sanitario había acudido a atender a Antonio. «Tenía sangre y cortes en las manos», indicaron los agentes, que lo engrilletaron y llevaron al centro de salud.

El perito de la aseguradora destacó que la entrada de la vivienda tenía síntomas de un episodio muy violento. «La puerta estaba violentada en la cerradura», aseveró y descartó que se pudiera abrir con una llave. En este sentido, la esposa del acusado aseveró que cuando llegó a la vivienda, junto con la pareja de la víctima, esta última abrió la puerta con las llaves.