Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Rebelión en los partidos

17/02/2022

Hace tiempo que se advierten en los partidos mayoritarios movimientos de disconformidad con las iniciativas de sus respectivas direcciones, más visibles en el PP que en cualquier otra formación, pero el resultado de las elecciones de Castilla y León ha destapado la caja de los truenos. No se salva ni siquiera Vox, aunque al menos ha conseguido que las discrepancias no salgan a la luz de forma tan clara como en PSOE, PP y Podemos, por ejemplo. Pero existen.

A la euforia por el incremento importantísimo de su número de escaños, ha sucedido la falta de unanimidad sobre la oportunidad de formar parte del nuevo gobierno. Algunas de las personas más cualificadas del partido consideran que el ejercicio del gobierno haría aflorar la falta de experiencia y los seguros errores de gestión. Solo cuando se gobierna aparece el verdadero rostro de los políticos y de sus partidos, y su postura ante medidas que no siempre son fáciles de apoyar o rechazar.

En Podemos, la reiteración en el declive ha hecho aflorar las tensiones entre el equipo de dirección y Yolanda Díaz, una vicepresidenta de impredecible futuro. Si efectivamente tiene futuro. Ni se mueve suficientemente para crear su famosa plataforma, ni ha acertado hasta ahora en la elección de sus posibles acompañantes. Hay quien dice que acabará como independiente en una lista del PSOE.

El foco, sin embargo, está estos días en PSOE y PP, y ha salido ya a la luz que en los dos partidos hay dirigentes regionales que no están de acuerdo con que la dirección nacional pretenda que se acaten decisiones que afectan directamente a sus territorios. El ejemplo más evidente es Madrid, donde Casado y Egea pretenden meter en cintura, en su cintura, a Isabel Ayuso. Quieren cortarle las alas porque no sigue estrictamente sus instrucciones.

La voz de alerta la ha dado Feijóo en la reunión de la ejecutiva que se celebró el martes. Fue voz suave, pero al presidente gallego se le entendía todo: dejad a Mañueco en paz, él sabe mejor que cualquier dirigente nacional qué es lo mejor para castellano y leoneses. Y en el mismo sentido se han pronunciado dos de los alcaldes más significativos del PSOE, los de Valladolid y León, que evidentemente conocen mejor que el propio Pedro Sánchez qué es lo mejor para la gente de su tierra; y desde luego eso no pasa por un gobierno con Vox dentro, como parece que es lo que pretende Sánchez al negarse tajantemente a permitir, con la abstención de la bancada socialista, que Mañueco pueda gobernar sin Vox.

A los políticos de ahora se les llena la boca con palabras como generosidad, solidaridad, responsabilidad y más "dad", pero en el día a día siguen demostrando que lo que les mueve es el interés. Hasta el punto de imponerse a los dirigentes regionales que saben, de largo, que es lo que más conviene a su gente.