Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Nuevas oportunidades

09/08/2020

¿Dentro de la cantidad de 140.000 millones de euros que la Unión Europea aportará a España, cabe como proyecto el sueño de un río Tajo limpio, con caudal suficiente como para no alterar los equilibrios ecológicos de la cuenca fluvial? Si no tuviera cabida ahora entre los proyectos que reclama la Unión Europea, probablemente el trasvase Tajo-Segura nunca terminará. Habría que esperar a una nueva catástrofe, tal vez climática, que demostrara a todos lo que fue y es un hecho ambiental disparatado. No otra calificación puede darse a ese trasvase inicuo, realizado en unos tiempos en los que se ignoraba todo sobre climatología, se creía en el progreso indefinido a costa de la naturaleza y la ambición de algunos dirigentes, no diré la corrupción, alentaban las hechuras de obras faraónicas. ¿Podría incluirse dentro de los proyectos de desarrollo futuro la reversibilidad de una obra más especulativa que lógica?
Cuando los habitantes de la cuenca del Tajo viajan por el mundo o incluso por otros lugares de España es fácil entender lo que en otro tiempo fue un río limpio de aguas abundantes en invierno, con estiajes en verano. Pero aún así llevaba vida. En la actualidad, al menos desde la parte de Madrid a Toledo solo transporta mierda y contaminación. Un día alguien decidió, se ignora con qué criterios, que allí sobraba agua y que los excedentes, así lo llamaron, podían servir para trasladar a otras tierras. Desde entonces nunca se sabe qué son excedentes y qué no lo son. Y eso ha contribuido a lo que se llama cambio climático. Llevamos tiempo comprobando cómo la temperatura de los inviernos y veranos va cambiando. Si nada lo detiene, Toledo y Castilla-la Mancha serán en un futuro cercano como los territorios de Arizona. Para atenuar lo más posible ese pronóstico, ¿podrían incluirse dentro de los citados 140.000 millones de euros un proyecto de repoblación vegetal intensiva de los territorios de la cuenca del Tajo? Serían dos proyectos a incluir en lo que se denomina la transición climática. Y servirían para la implantación de una economía verde en estos lugares. Estamos ante otra oportunidad, en esta ocasión dotada de dinero, para que una política hidráulica y medioambiental disparatada se corrija. ¿Se imaginan un río limpio, atravesando Toledo como lo hizo durante siglos? ¿Se imaginan lo que ahora son eriales convertidos en bosques frondosos. ¿Dan 140.000 millones de euros para ambos proyectos y sobre para otros muchos más?